“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

jueves, 14 de junio de 2007

Palha y Tomás

- Hola don Pepe.
- Hola don José.
- Hace un cafelito.
- Hace… y además le invito.
- Y a que se debe este dispendio.
- Pues a que estoy contento… y ansioso… ¡Ha visto que novillos!
- De que novillos me habla, don Pepe.
- De los que se van a lidiar el domingo en La Misericordia.
- Este domingo me voy a Barcelona… a ver a Tomás, que vuelve.
- Y ¿cómo es que se va a Barcelona? Si además dicen que están agotadas las entradas y la reventa por las nubes…
- Mi sobrino...
- Cómo que su sobrino ¿Usted tiene sobrinos por todas partes?
- Un hijo de mi hermano, consiguió plaza en un banco y ya lleva…
- Pues se va a perder usted un pedazo de novillada…
- Bueno, bueno, don Pepe, que ya me conozco yo ese paño… muchas expectativas y luego vienen las lamentaciones… que si no han podido los novilleros… que si los picadores… que si faltos de fuerza pero encastados… que si bien presentados pero… Y además, no me irá usted a comparar una novillada con el acontecimiento cumbre de la temporada como es la reaparición del monstruo de Galapagar.
- Ya veremos lo que ve usted en Barcelona, don José. Ya sabe, corrida de expectación…
- Pues, ni más ni menos, al torero que concita la mayor atención de todo el orbe taurino en estos momentos, que se fue estando en las alturas y vuelve desde la gloria de los cielos para el placer de los que sentimos el arte del toreo… y si no… fíjese en la acogida que ha tenido entre los aficionados y no aficionados.
- Yo le recomendaría que se pasase usted por el Rompeolas de la Barceloneta para ver como anda la población de gatos que normalmente habita en ese lugar, si no los encuentra deambulando por allí quizás estén en los chiqueros de la Monumental barcelonesa, porque lo que es toros no creo que salgan por esa puerta…
- Ya se ha pasado usted, don Pepe… Lo suyo es faltar… Es que no tiene término medio… los toros serán los adecuados, de garantías para una ocasión tan especial y tan esperada como la presente…
- Ya me sé yo como son esos toros de garantías, don José… Con los novillos de Palha que saltarán al ruedo de La Misericordia ese mismo día me gustaría ver a Tomás… Ahí si que podríamos comprobar la medida de su arte y de su torería…
- No diga tonterías, don Pepe. Esos no son toros para el lucimiento.
- Y ¿qué toros son para el lucimiento? ¿Los borregos inválidos que nos sueltan cada tarde? ¿El noble, bobo y colaborador? ¿Qué valor y que arte tiene lo que se le pueda hacer a una babosa?... Me aburren...
- Es usted un bruto, don Pepe… y un exagerado. Los toros, como reza el refrán, son como los melones, hasta que no se abren no se sabe su calidad, y unos salen buenos y otros malos, unos bravos y otros mansos, unos se dejan y otros no, y…
- …Y todos sin correas, sin poder, cojos, inválidos, descalabrados, afeitados…
- Déjeme usted terminar y no interrumpa… Cómo le decía, el arte está en saber ver la faena que cada toro tiene y como sacarle el mejor partido, y en eso estamos ante un maestro que...
- Poco partido se le puede sacar a un toro enfermo como no sea cuidarlo para que no se muera antes de tiempo… Me aburre…
- Todo le aburre, don Pepe…
- No señor, todo no me aburre, don José… no me aburre el toro encastado y con poder que acude al caballo con alegría, ni me aburre la suerte de varas bien realizada, tampoco me aburre la lidia ordenada y adecuada a cada momento, ni mucho menos me aburre un torero con saber para dominar las dificultades que el toro presenta… y si a partir de ese momento el dominio se convierte en arte… ni le cuento lo que me aburro.

2 comentarios:

  1. Este Don Pepe dice cada día las cosas mas claras…, pero hay tantos Don José …

    Salud y suerte.

    Cárdeno.

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  2. Demasiados... pero mientras este don Pepe... caña.

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