“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

martes, 29 de julio de 2008

Diego Urdiales está aprovechando su oportunidad

En uno de los programas radiofónicos taurinos del pasado domingo escuche una entrevista con el diestro Diego Urdiales. Este año, decía, podría cerrar la temporada con unas 25 corridas toreadas, todo ello a raíz de su éxito en Madrid, en donde entró por la puerta de la sustitución y fue uno de los triunfadores de la Feria de San Isidro. En estos meses, comentaba, va a torear más que en toda sus trayectoria como matador. El año pasado se vistió, recordaba, 3 tardes de luces, en el anterior ninguna... Pero no voy a contar la historia es este buen torero arnedano, si les interesa, pueden enlazar con su página Web "Diego Urdiales"... Prefiero quedarme con una reflexión sobre sus palabras y, en particular, con la relación de su éxito madrileño, la primera corrida de la temporada que tenia oportunidad de torear, y las tardes que se ha vestido de luces desde entonces.

Una de las reglas del planeta taurino era que a quién triunfaba en Madrid se le abrían las puertas de todas las plazas España. Hace unos cuantos años, con la llegada de los “exclusivistas” y los “trust” taurinos, esta ley perdió su vigencia, un triunfo en Madrid, por grande que hubiera sido, ya no servía para nada, pues los carteles de todas las Ferias se cocinaban en los despachos al comienzo de la temporada y, de esta forma, una de las leyes eternas de la tauromaquia, la que premiaba a los toreros que se ganaban su derecho a torear en la plaza, era sustituida por otra en la que primaba, ya no los merecimientos y la valentía probada en el ruedo, sino una campaña publicitaria bien orquestada y bien engrasada económicamente.

Este sistema sigue imperando en la actualidad con mucha más crudeza que la de los primeros tiempos, por eso llama la atención cuando alguien consigue romper el cerco y se introduce en ese mercado selecto, aunque sea para recoger las migajas a cambio de pechar con lo que no quiere nadie, pero, para alguien que el año pasado intervino en 3 festejos, y el anterior en ninguno, torear este año 25, es una recompensa más que merecida. Ojalá que casos como este no fueran tan rara excepción, porque una de las leyes de oro de la Fiesta, como es la justicia con los que se lo ganan en el ruedo, por desgracia, hoy por hoy, y desde hace mucho tiempo, no se cumple. Si se recupera la justicia de premiar a los que triunfan, los tejemanejes de los taurinos se verían perjudicados y las cosas podrían tomar otro rumbo, porque para poder aprovechar estas oportunidades hay que ser buen torero, y si hay justicia para premiar a los mejores, y todos tienen posibilidades, los mejores se irán seleccionando por si mismos, por ley natural, como siempre ha sido, en el ruedo y ante el toro: los triunfadores seguirán el camino hacia el éxito, y los menos diestros quedaran apeados de ese viaje.

Por eso, porque es un buen torero, está aprovechando sus oportunidades Diego Urdiales, y ojalá siga teniendo muchas más, por eso mismo, porque es buen torero... Y, así de golpe, me viene a la memoria mi amigo y compañero Ángel Cabrera, estará contento con esta recompensa ganada a pulso, habrá visto colmada tanta esperanza depositada: cuantos viajes siguiendo sus andanzas, cuantas veces nos ha hablado de él, cuantas “ebulliciones toreras” le ha provocado desde que lo vio de novillero en su Arnedo natal, cuantas sensaciones expresadas a borbotones en sus escritos. Me alegro por los dos, por Ángel y por Diego, y ojalá el viento siga soplando en la buena dirección.

En la corrida de Tudela, en donde se lidió ganado de “La Quinta” bien presentado y con edad, le correspondieron los dos mejores toros , el saludo de capa a su primer toro fue de categoría, y las dos verónicas y la media, a la salida de la vara, en mi opinión, lo mejor de la tarde. El 5º, Coquito, en mi opinión el mejor toro, bravo en el caballo, en la vara que tomó empujó y se enceló, y más que noble en la muleta, pero... y siempre hay un pero... un maldito pero... sin poder, sin fuerza... como toda la corrida. En ambos toros se vio imposibilitado de bajarles la mano por la extrema flojedad de sus oponentes y las faenas quedaron como quedaron... a unos les gustaron más y a otros menos, pero ya se sabe, cuando el toro cojea, se tambalea todo el entramado artístico de la Fiesta. Si tres son las características que debe de tener un toro para ser apto para la lidia: bravura, nobleza y poder, -aunque yo incluiría también, dados los pocos escrúpulos de los profesionales para la manipulación y el fraude, la integridad de sus defensas y de su anatomía-, los toros de “La Quinta” que se lidiaron en Tudela fueron bravos, en la medida de los que se puede medir con una vara, y tuvieron nobleza a raudales, pero les faltó poder -lo que el propio ganadero reconocía en otra entrevista radiofónica, aunque el lo llamaba, utilizando la nueva jerga taurina, “motor”- . A pesar de la flojedad del ganado, los toreros pudieron triunfar los tres, solo lo hizo Diego Urdiales, que estuvo digno en sus dos toros -¡¡¡y receto una estocada de libro a su segundo oponente!!!-, los otros dos alternantes, Antonio Barrera y Juan Bautista, dejaron pasar otra oportunidad.

Y ya... lo dejo. Cargo un vídeo publicado por “LcbTV” que resume la actuación de Diego Urdiales en sus toros... Véanlo, si lo desean y... ustedes mismos... Para los que quieran una crónica más detallada, enlazo con la escrita por David Díez en la Web de “La Cabaña Brava” bajo el título “Conradi en el filo”.

viernes, 25 de julio de 2008

Ante la plaga del afeitado y el toro aparente


“UNA FORMULA SENCILLA, HONRADA Y LEGAL PARA CONCILIAR LOS INTERESES DE LOS BUENOS AFICIONADOS CON LOS MATADORES DE PRIMERA FILA, CON LOS EMPRESARIOS, CON LOS GANADEROS, CON LOS NEO-AFICIONADOS Y CON LOS TURISTAS"

"A pesar de que hoy se habla de toros más que nunca, a pesar de que hoy se dan más espectáculos que nunca, a pesar de que las plazas de toros se llenan hoy como nunca y a pesar de que existe más cantidad de buenos toreros que nunca, es preciso y lamentable reconocer, si queremos ser sinceros, que algo muy importante marcha muy mal dentro de la Fiesta Nacional.

Ese “algo” a que nos queremos referir en esta ocasión, que no marcha bien, es algo tan básico, serio y fundamental cual es “el toro” o protagonista de la Fiesta. Efectivamente; empresarios, madores de primera fila, neo-aficionados y turistas parecen puestos de acuerdo desde hace mucho tiempo para hacer que “el toro” desaparezca de las plazas para ser sustituido por otro animal de su misma especie, pero de edad muy inferior a la reglamentaria.

La mayoría de los actuales llamados matadores de toros, sin excluir a varios de los que más se auto titulan y presumen de valientes (fantoches), han hecho suyo el sabio consejo que el gran Francisco Montes “Paquiro” dejo plasmado en su inmejorable y sesuda tauromaquia o arte de lidiar reses bravas: “Prevengo mucho a los que no sean toreros profesionales, que no se pongan nunca a torear reses de más de tres años, pues son muy peligrosas.”

Todo el mundo sabe, sin embargo, y el genial Domingo Ortega también lo ha dicho: “Si llegara un día en que el peligro y, por tanto, la emoción desaparecieran de las plazas, los aficionados verdaderos se desentenderían de los toros”.

Ese día esta llegando ya, pese a que las plazas se siguen llenando de turistas y neo-aficionados atraídos aún por el histórico espejuelo de la vieja leyenda taurina. Creemos por ello que es temerario para el porvenir de la Fiesta Nacional de España seguir por ese equivocado y provisional camino.

Es muy lamentable e imperdonable que una época taurina tan privilegiada como la actual, por haber alcanzado tan inexplicable y envidiable esplendor económico, gracias a las pantalla de la televisión, en lugar de haber sido aprovechado para sanear, dignificar y difundir la Fiesta, haya servido, sólo y exclusivamente, para que algunos “elementos” componentes del planeta taurino se estén forrando de oro, engañando a la afición de espaldas a la vigente y extensa legislación taurina.

Creemos que tanto la Fiesta Nacional, como los buenos aficionados y la vigente legislación taurina merecen ser respetados por esos señores cuyo único móvil parece ser matar la gallina de los huevos de oro. Esto nos parece intolerable, máxime cuando sin molestar a nadie ni a nada y amparados incluso en la vigente reglamentación taurina, podían proseguir su lucrativo negocio a base de los mismos elementos que mueven esos festivales que venimos criticando. Bastaría para ello que llamaran a cada cosa por su nombre para no engañar a nadie.

En efecto: todos esos buenos negocios taurinos que venimos criticando podían quedar perfectamente legalizados al amparo de la vigente legislación taurina, cumpliendo una sola condición, que, por otro lado, es completamente preceptiva y obligatoria. Es decir, simplemente poniendo en los carteles anunciadores de los diversos festejos taurinos la palabra que corresponda con arreglo a la categoría del mismo, de acuerdo rigurosamente con la verdadera edad de las reses que haya encerradas en los corrales, y no de acuerdo con la categoría oficial de los lidiadores que los van a matar, que es lo que en la actualidad se viene haciendo.

Es ésta la sencilla, honrada y legal fórmula que proponemos a quien corresponda para conciliar los intereses de todos. Con esta formula, los buenos aficionados, entre los que nos queremos contar, es seguro que cuando sintiéramos deseos de “platos poco fuertes” también acudiríamos a presenciar novilladas o una buena becerrada lidiada por matadores de toros, verdaderos ases de la tauromaquia actual, y hasta es posible que aplaudiéramos de buen grado y con buen genio lo que nos gustara, ya que allí no se engañaba a nadie.

Lo que de ningún modo queremos tolerar por más tiempo es ser engañados, de espaldas al vigente Reglamento y de las buenas costumbres.

Si la fórmula que proponemos es tan sencilla, honrada y legal, ¿por qué no se pone en práctica desde mañana mismo, para contento y reconciliación de todos y dar prestigio a la Fiesta Nacional?... ¿O es que la Fiesta Nacional de España está condenada de por vida a sostener sobre sus espaldas el sambenito de la picaresca taurina?... ¿Qué opina “quién corresponda” de los indeclinables derechos del “respetable”, cuya defensa corre de su cargo exclusivo?...”

Nota: Este artículo fue escrito por el aficionado don Luis Gilpérez García, del Ateneo de Estudios Taurinos, y apareció publicado en el Semanario Gráfico de los Toros “El Ruedo”, el 15 de septiembre de 1964. A pesar de haber sido escrito hace cuarenta y cuatro años, con la sola sustitución de un par de frases, se convertiría en una opinión de máxima actualidad y, tanto la denuncia como la solución, podríamos firmarla cualquiera de los aficionados a la Fiesta de los Toros que todavía seguimos conservando una pizca de esperanza. Hagan la prueba, sustituyan la frase y la palabra que aparecen en el documento remarcadas en negrita por las que les propongo a continuación: 1- cambiar “pero de edad muy inferior a la reglamentaria” por “pero inválido, colaborador y afeitado” , 2- cambiar “edad” por “presencia y trapío”. Tal y como esta el patio, más las fotos, los vídeos y las noticias que nos llegan de las distintas plazas que programan corridas de toros estos días, nos queda un artículo oportuno y de la máxima actualidad.

lunes, 21 de julio de 2008

¿El toro más bravo de la Feria del Toro?

Al volver del fin de semana me entero que el "Trofeo Carriquiri”, con el que se premia al toro más bravo de la Feria de San Fermín, ha ido a parar a Pelícano, toro de la ganadería de Fuente Ymbro lidiado en sexto lugar, el pasado 9 de julio, que después de un discretísimo y muy cuidado tercio de varas, llegó al último tercio con cierto recorrido, a pesar de su flojedad, y embistió con nobleza chochona a la muleta.

No puedo opinar sobre los merecimientos de otros toros, de entre los que se lidiaron este año en el coso pamplonés, porque no los vi, pero sí puedo decir, porque fui testigo directo en la plaza, que si el toro más bravo de la que, pomposamente, se denomina “Feria del Toro” es el que ha resultado premiado, mal… muy mal van las cosas en Pamplona.

Con una primera vara en la que el toro empujó discretamente, se dejó pegar y el picador levantó el palo a los pocos segundos, y un segundo encuentro que consistió en un leve picotazo del que salió suelto, no se le puede dar ningún premio de bravura a ningún toro. A no ser que se trate de una broma, o que hayan cambiado -y yo no me haya enterado- los parámetros para calificar la bravura de un toro y ahora, en vez de calibrar esa cualidad por el comportamiento del toro en la suerte de varas, se mida por la docilidad, la bobez, el aborregamiento y el colaboracionismo del animalillo en el último tercio.

Pueden comprobarlo ustedes viendo el vídeo que enlazo a continuación, publicado por “La Cabaña Brava”, que recoge la primera vara que tomó el toro premiado, Pelícano (si desean ver la breve segunda vara pueden hacerlo visionando el vídeo “El Tercio de Varas de los Fuente Ymbro en Pamplona”, que esta alojado en el contenedor de vídeos de “LcbTV”), y la faena de muleta de Miguel Ángel Perera en la que se puede comprobar que el toro, en el último tercio, fue lo que vulgarmente se llama: un bombón.

jueves, 17 de julio de 2008

Si se quiere se puede

En el último párrafo de la noticia publicada recientemente en la Web de Radio Huesca, dando cuenta de la sentencia en firme por afeitado de dos toros lidiados en la Feria de Huesca de 2006 -los días 9 y 10 de agosto- correspondientes a las ganaderías de González Sánchez Dalp y María José Barral, y que -¡vaya casualidad!- les tocaron en suerte, y en el sorteo, a dos toreros de los considerados “figuras”, Julián López “El Juli” y Francisco Rivera Ordóñez, aparece una frase, atribuida al Presidente de la Plaza de Toros de Huesca, don Antonio Riva, demoledora, una de esas frases que, por la autoridad de quién la dice y la contundencia con que la dice, se acerca mucho, pero muy mucho, a la verdad, a la realidad de lo que ocurre cotidianamente con el fraude del afeitado, nos dice el usía: “Además, como quiera que los toros tienen que ser sorteados, es práctica habitual el que estén afeitadas todas las reses de esos dos días, aunque eso es algo que a día de hoy es imposible demostrar”.

Esta frase nos pone ante la lógica de los taurinos profesionales en este asunto del afeitado, ellos lo llaman, no sin cierta sorna, “humanizar la corrida”, y su forma de pensar no se debe apartar mucho de lo que nos podemos imaginar: Ante la duda, y como existe la impunidad más absoluta, “café para todos”, así no hay problema en el sorteo y todos contentos, y aún existe otra razón, esta de tipo estético, no menos importante, pues si es de buen ganadero presentar las corridas igualadas y rematadas, que así sea, no van a salir unos afeitados y otros sin afeitar, afearían el conjunto y se notaría demasiado, así que, todos bien igualados, todos bien afeitados, al fin y al cabo, al público de Feria, borracho y a figurar como va, poco le importa la presentación del ganado, con un par de alardes y un montón de orejas que concederá el presidente para no complicarse la vida, todo el mundo contento.

Para mantener la impunidad con la que cuentan, para cometer todas las tropelías que cometen sin ser sancionados, para que ese sistema del fraude siga funcionando en el planeta taurino, muchos tienen que trabajar en la dirección marcada por los profesionales del toro, cada uno desde su puesto debe servir a los intereses del negocio, negocio del que, seguramente, también sacan beneficios; unos, en los despachos, subastando las plazas al mejor postor, sin preocuparse por el contenido ni las condiciones de los pliegos; otros, en la plaza, haciendo la vista gorda, tanto en los reconocimientos, como en el desarrollo de la lidia; y otros más, justificando lo injustificable y poniendo sus medios de comunicación, en vez de al servicio de la información, al servicio de la propaganda. En estos pilares, ajenos, en principio, al negocio taurino y que, por sus particularidades, deberían defender unos intereses bien distintos de los que defienden, se asienta el poder de los taurinos, en ellos tienen enredadas las raíces que los mantienen vivos, que les suministran sabia nueva y les facilitan sus negocios.

Para sanear esta Fiesta es preciso que esas raíces que corrompen sus cimientos, y que amenazan con destruir todo el edificio de la Tauromaquia, sean cortadas y erradicadas de forma contundente. De los periodistas no pido nada porque ellos sabrán lo que hacen con sus medios, al fin y al cabo no deja de ser un negocio privado y su política empresarial puede ir enfocada a la información o la propaganda, los lectores serán los que darán credibilidad o no a sus noticias. Pero de los políticos, y de los que de ellos dependen en los despachos y en la plaza, si que puedo, y debo pedir como votante, consumidor y aficionado, su compromiso de que el espectáculo que se ofrezca sea íntegro y auténtico, y para que así ocurra, que se tomen las medidas oportunas con antelación, que para eso han sido elegidos y colocados en esos puestos: que se elaboren los pliegos con cabeza y proyección de futuro, que se extremen las medidas de control para su cumplimiento, que se vigile el fraude en los reconocimientos veterinarios, que se desarrolle la lidia ordenadamente y de forma reglamentaria. Con esto bastaría para que el futuro de la Fiesta comenzara a cambiar, y está en la mano de los políticos poder hacerlo… si tienen voluntad.

Si se quiere se puede, aunque solo sea un pequeño paso, mínimo, casi insignificante, como el dado por la Delegación Territorial de la DGA en Huesca, en el pleito por afeitado que ha ganado en los tribunales. Lo de menos son las sanciones, que son ridículas, y la clara sospecha de que los ganaderos no afeitaron por iniciativa propia, que no es poco, pero queda algo más, queda una sentencia en firme y, como dice el comunicado suministrado por Radio Huesca en otro de sus párrafos: “La sentencia puede marcar jurisprudencia, ya que la mayoría de estos casos son echados abajo por defecto de forma”. Ojalá que así sea y que a partir de ahora sea más fácil condenar, con todas la de la ley, a los defraudadores.

sábado, 12 de julio de 2008

Decepcionante corrida de Fuente Ymbro

- ¡Pero, por Dios! Buenas tardes, don Pepe… ¿Qué hace usted por Pamplona…?
- Buenas tardes, don José… ¿Y usted…?
- Estamos en casa de unos primos segundos de mi señora que viven aquí. Mantenemos una buena relación y, aprovechando San Fermín, solemos venir a pasar unos días de las fiestas. Desde hace unos años lo tenemos establecido por costumbre, para El Pilar nos hacen devolución de la visita. Pero… y usted, ¿cómo es qué se ha dejado caer por aquí?
- Cogí plaza, y entrada, en un viaje con los amigos. Siempre me han gustado estas fiestas, por la parte de mi pueblo siempre ha existido una relación muy estrecha con San Fermín y muchos hemos sido los que hemos venido a pasar unos días de jarana en nuestra juventud, recuerdo que en aquellos años…
- Déjese usted de nostalgias y viva el presente, don Pepe. Sea positivo. Además, y fíjese usted que casualidad, en estos momentos me estaba acordando de usted.
- Y… a que fin.
- Al salir de los toros le estaba comentando a mi primo que si un amigo mío, refiriéndome a usted, hubiera presenciado la corrida de hoy habría salido echando chispas… ¿Tengo razón o no…? Porque supongo que habrá ido usted a los toros.
- Por supuesto, don José. ¡Claro que he ido a los toros! Era una cartel que me gustaba y esa ha sido una de las razones del viaje y, por supuesto también, que tiene usted más razón que un santo para suponer que he salido algo contrariado, por decirlo de una manera suave y educada en respeto a la compañía, de la corrida. ¡Vaya corrida de m…!
- Don Pepe, no lo estropee ahora.
- Porque no me negará usted, don José, que la corrida de Fuente Ymbro ha sido decepcionante. Ninguno de los toros ha tenido ni pizca de fuerza, han rallado la invalidez y, lo que es más preocupante, han dado claras muestras de descastamiento. No han empujado ninguno en el caballo, han salido de la suerte sueltos, desentendiéndose de la pelea, y han llegado a la muleta, los que han tenido un soplo más de fuerza, nobles, sosos y aborregados.
- No sea exagerado, hoy ha habido toros que, cuidándolos y llevándolos a media altura, han servido para la muleta. Tres por lo menos, la mitad, han dado un juego noblón muy apropiado para el arte de los tres toreros, tres figuras, que hoy estaban acartelados. No ha sido una tarde redonda, lo reconozco, pero ha habido detalles más que suficientes para salir contento…
- ¡De ver esta moruchada…!
- ¡Y dale que te pego! Sea usted objetivo, don Pepe. El Cid ha estado bien en su primero, le han concedido una oreja, y voluntarioso en el segundo; Castella ha dejado detalles a lo largo de toda la tarde; y Perera… ¡Perera ha estado cumbre con el sexto!
- Cumbre en el arte de comer bombones, que es lo que era el sexto toro, un bombón.
- No diga tonterías, don Pepe, y quítese la venda de los ojos. La faena de Perera al sexto toro ha sido rotunda. Hacía mucho tiempo que no veía torear tan bien y plantear una faena de forma tan maciza y con tanto fundamento, y la estocada hasta la bola, como se rematan las buenas faenas.
- Aunque un poco, demasiado, trasera y baja. Como se rematan las buenas faenas actualmente… hasta la bola, trasera y baja.
- Es usted la monda…
- Y si hablamos de toros, de los que usted ni se acuerda, y no debería de olvidar que son la materia prima necesaria e insustituible de esta fiesta, le tengo que decir que en esta corrida, de una ganadería tan prestigiosa como Fuente Ymbro, de la que esperamos toros con poder, bravura y casta; ni tuvieron ni de lo primero, pues todos fueron flojos, demasiado flojos, rayando la invalidez; ni de lo segundo, pues no vimos ninguna pelea en varas digna de mención, más bien al contrario, la tónica de toda la corrida fue una vara sin empujar mucho y un picotazo de trámite; ni de lo tercero, pues los toros que llegaron a la muleta con algo de fuerza ofrecieron un comportamiento mucho más cercano al del toro comercial, aborregado y dócil, que tanta demanda tiene en la actualidad y que no era, precisamente, el comportamiento que esperábamos de esta ganadería. Como le decía anteriormente, una corrida decepcionante.
- Bueno, bueno… dejémonos de debates, que ya nos conocemos, y si ustedes quieren, don Pepe y la compañía, tomamos un vinito juntos y brindamos por San Fermín.
- Sea.
- Y hablando de otras cosas, don Pepe. ¿Se acuerda usted de ese pasodoble-jota, que fue tan famoso en nuestros tiempos mozos, y que hace poco hemos publicado en nuestra sección CANCIONERO?
- Ahora es a usted al que le ataca la nostalgia, don José...
- Quite, quite... no diga sandeces... ¿Cómo empezaba?
- Era un 7 de julio cuando la vi.
- Le brillaban los ojos como el carbón.
- Pues claro que me acuerdo, don José. Anda que no la he cantado veces ni nada. "No te vayas de Navarra"... Buena... buena canción.
- ¡Si señor!
- Venga ese vino.
- ¡Viva San Fermín!
- ¡Viva!
- ¡Gora San Fermín!
- ¡Gora!

miércoles, 9 de julio de 2008

La cara de Aparicio

Como muestra el vídeo que cargamos al final de este artículo, la cara de Julio Aparicio, a lo largo de su actuación en la Plaza de “La Misericordia” , en la Corrida Goyesca del pasado 28 de junio, es todo un poema, habla por sí sola. Los primeros planos de su cara, que pudieron verse en la retransmisión del festejo por televisión, revelan un estado de ánimo revuelto, una inquietud extrema, una desazón continua, pero no quiero entrar en describir sus gestos crispados, ni sus miradas perdidas, ni la sequedad de la boca, ni el copioso sudor que le corre por el rostro… Dejo a su propio juicio la interpretación de las escenas. En esta entrada prefiero centrarme en un suceso que ocurrió durante la lidia de su segundo toro, el cuarto (bis) de la tarde, y que marcó el rumbo de la faena.

El toro se llamaba “Decano”, de la ganadería de “La Campana”. Aparicio no consiguió centrarse en el saludo con la capa. Vicente Yesteras, su lidiador, lo entendió perfectamente, lo llevó al caballo obligándole y enseñándole a embestir. El primer encuentro con el picador fue demoledor, el toro empujó metiendo los riñones y el picador lo masacró. En el vídeo, y en primer plano, se ve la forma asesina en que se le administró esta primera vara. Julio intentó el quite, no le salió, desistió y dejó que, nuevamente, su lidiador lo pusiera en suerte. Esta vez el toro se fue al relance del primer capotazo hacia el caballo, y más de lo mismo, al final el toro, desengañado y mutilado, se repuchó. Aparicio cogió la muleta y, por alto y con desahogo, sacó el toro hasta el tercio. La primera tanda con la derecha estaba transcurriendo entre aliviada y despegada cuando una voz le hizo volverse hacia el tendido con cara de desagrado, prosiguió y remató la tanda mejor de lo que la había comenzado. Entonces se encaró hacía el sitio de donde había partido la voz y dijo algo de forma acalorada, se volvió de nuevo hacia el toro y lo citó, con la izquierda, de forma mucho más decidida que al principio. La cara le cambio de golpe, ahora la tenia relajada, la barbilla encajada en el pecho, la mirada concentrada en la embestida y las manos, y el cuerpo entero, tirando del toro. Fueron dos tandas, una por cada pitón, en la segunda, con la derecha, dejó las mejores gotas de toreo de la tarde. Acabó la serie sonriente y mirando con orgullo a los tendidos, por primera vez en toda la tarde Julio sonreía. Se alejó del toro, lo citó con la izquierda, tiró la espada, que llevaba en la mano derecha, allá lejos... el toro se le vino de largo, en el segundo pase se quedó descubierto y el toro se lo llevó por delante… Por suerte no pasó nada. Una estocada demasiado baja acabó con la vida de “Decano”.

Julio Aparicio, que en su primero había recibido una de las broncas más sonoras de los últimos años en “La Misericordia”, seguramente se sintió herido por el grito que le llegó desde el tendido, probablemente el mensaje recibido le desbloqueo el miedo, o lo que fuera que le atenazaba, y dejó que fluyera su clase torera. Todo ello se vio reflejado en el cambio que experimentó su cara, al final, a pesar de la cogida y la paliza recibida, Julio Aparicio tenía otra cara.

La cara de Aparicio
by LcbTV

Nota: La pieza musical que acompaña el vídeo es "La oración del torero", del compositor sevillano Joaquín Turina.

martes, 8 de julio de 2008

Una buena estocada

Los seguidores de este Blog saben, por las veces que trato de ello y la atención que le suelo prestar, de la importancia que tiene para mí el momento de la estocada. Pienso, en contra de casi todos los profesionales del escalafón y multitud de público y aficionados que no opinan como yo, que es el instante crucial de la lidia, “el momento de la verdad”, como señala la tradición.

La mayoría de las veces que mi atención se centra en ese instante crucial de la lidia suele ser para señalar lo mal que se mata en la actualidad, denunciar los abusos y ventajas de los más veteranos, y el total desconocimiento de sus reglas por parte de los noveles. En la estrategia de las faenas actuales la suerte de matar ha pasado ha ser algo secundario, un mal menor que hay que pasar de la forma más decorosa posible para no perder lo conseguido en la faena de muleta. Este planteamiento estratégico condena a tan vibrante momento a mero trámite y, por eso mismo; no se le presta la debida atención en su enseñanza, ni se hace el hincapié necesario en su aprendizaje, por parte de los profesionales; y, como consecuencia, tampoco se informa en la prensa, ni se enseña a los aficionados y, sobre todo, al público en general, la forma correcta de realizar la suerte.

Pero hoy la cosa es distinta, vengo a hablar bien de la estocada, a rescatar un momento que puede servir de enseñanza, tanto a los aficionados jóvenes, como a los aprendices de la profesión. Se trata de una estocada bien ejecutada, toreando con la mano izquierda -“la que mata los toros”, decían los toreros antiguos-, tirando del toro, encelado en la muleta, para aprovechar el momento en que descubre la muerte y, haciendo la cruz -“quien no hace la cruz se lo lleva el diablo", dice otra sentencia legendaria-, clavar el estoque en todo lo alto y salir airosa y limpiamente por el costillar.

Este momento tuvo lugar en el tercero de la Corrida Goyesca de Zaragoza, el pasado 28 de julio de 2008. El toro se había aquerenciado cerca de la puerta de chiqueros, no había forma de hacerle cuadrar, su matador, Salvador Vega, optó por tirar de él hacia el centro del ruedo, allí el toro se cuadró solo, el matador montó la espada, se perfiló y recetó la estocada que pueden ver ustedes en el vídeo publicado por LcbTV. El único pero que hay objetar es que la espada cayó un poco baja y algo traserilla, pero en su ejecución fue una buena estocada.


Estocada
Cargado por LcbTV

domingo, 6 de julio de 2008

No te vayas de Navarra - Marifé de Triana

Un año más, tal día como hoy, comienzan las Fiestas de San Fermín, famosas en toda España y en el mundo entero. Para festejar este acontecimiento, que mejor que hacerlo recordando los orígenes, los autores y algunos de los interpretes de esta canción que desde su nacimiento, hace ya más de cuarenta años, forma parte de la música popular y que, seguro, todos ustedes guardan en la memoria.

"No te vayas de Navarra" es un pasodoble-jota compuesto por Ignacio Román y Rafael Jaén, en 1967, para los Hermanos Anoz, grandes y populares joteros navarro, que grabaron ese mismo año. El éxito de la canción fue arrollador y significó la consolidación de la carrera de estos dos hermanos, Jesús y Raúl, nacidos en Milagro, que comenzó en los primeros años de la década de los sesenta cuando participaron, y ganaron, el concurso de TVE "Imitando Estrellas" y fueron fichados por Discos Belter, compañía en la que grabaron los dos primeros de sus 42 discos. Recorrieron casi toda Europa actuando en los festivales para emigrantes españoles y programas de televisión de cada país que visitaban, viajaron varias veces a los países hispanoamericanos y su carrera, con se prolonga hasta nuestros días. Pero la popularidad de la composición no se quedó tan sólo en un éxito particular sus creadores, sino que se ha convertido en casi un himno de la Comunidad Foral de Navarra y no hay ferias o fiestas patronales en que no se interprete, tanto en la tierra a la que hace alusión como fuera de ella y, aunque fue publicada por la Editorial Quiroga y sus derechos estén protegidos, es considerada por el gran público como una tema tradicional o popular.

La versión que presentamos, ante la imposibilidad de encontrar la original, como hubiera sido nuestro deseo, es la de Marifé de Triana, que grabó para Discos Columbia el mismo año de su edición. María Felisa Martínez López, que era el nombre de pila de Marifé, nació el 13 de septiembre de 1936 en el pueblo sevillano de Burguillos. Al poco tiempo de su nacimiento se trasladó con su familia al barrio de Triana, y al fallecer su padre, cuando tan sólo contaba 9 años, marchó con su madre y sus hermanos a Madrid. No fue fácil su vida en la capital, pero el azar quiso que conociera a David Cubedo, conocido locutor de Radio Nacional, quien la presentó en un programa para artista noveles y la anunció con el nombre artístico que la que la acompaña desde entonces, tenía 13 años. Trato de sacar el carné sindical para poder actuar en público que era necesario en aquella época y, a pesar de sacar la mejor puntuación de los más de trescientos aspirantes, le fue negado el documento porque la edad mínima requerida eran 16 años, lo que no fue óbice para que siguieran actuando falsificando la edad. Actuó durante todo aquel verano en el Cine Pizarro; la contrataron para una gira por Galicia Los Astur, familia norteña que actuaban por pueblos acompañados de acordeón y batería; emprendió con su madre, viajando en vagones de tercera, otra aventura por pueblos de La Mancha y Extremadura, no cobraban entrada, pasaban el platillo después de cada actuación y hacían alguna rifa; se curtió en el Teatro Chino de Manolita Chen, verdadera institución ambulante del teatro de variedades, al cual se incorporó en 1950, hacia hasta ocho sesiones diarias, estuvo hasta los 16 años; volvió a Madrid y se embarcó con el Maestro Gordillo, quien le compuso algunas canciones, y Pepe Mairena, en una gira por los pueblos de Madrid y del Levante, fue un completo fracaso, llegaron a Valencia sin un duro en la caja, pero en esa ruinosa gira nació la canción que la daría a conocer al público y la lanzaría al estrellato, "Torre de arena". A partir de ese momento comenzaron los éxitos. En marzo de 1955 se presentó en el Teatro Victoria de Barcelona; en julio en el Circo Price madrileño, en donde fue contratada para siete días y le prorrogaron el contrato hasta el mes de octubre; ese mismo año el Maestro Gordillo le consigue su primer contrato discográfico; en enero de 1956, en el Teatro Calderón de Madrid, presenta su primer espectáculo propio, que como no podía ser de otra forma lleva el título de su primer gran éxito, "Torre de Arena", se mantuvo más de un año en el cartel.

Pero no es el objeto de esta entrada extendernos en la biografía de esta maravillosa artista de la canción española, tiempo y ocasión habrá para ello, por ahora, baste con unas pinceladas de sus comienzos. Aunque si están interesados en su historia, en contemplar miles de fotos suyas, de las carátulas de sus discos, de sus actuaciones, de su vida y de muchos más asuntos relacionados con ella, les recomiendo visitar la completa Web dedicada a “Marifé de Triana” y, en este artículo, seguir por el camino que nos habíamos trazado que, no debemos olvidar, no era otro que hablar de la canción "No te vayas de Navarra".

Como decíamos al principio, aunque muchos piensan que se trata de un tema del folklore tradicional navarro, tiene sus autores y de ellos vamos a tratar someramente. El autor de la letra es el compositor malagueño Ignacio Román Jiménez, nacido en el barrio de Capuchinos el 8 de agosto de 1925. En su larga carrera, que se alarga hasta nuestros días, ha compuesto más de 1.500 canciones, musicadas por los más famosos compositores españoles y, aunque no era su especialidad, por el mismo. Sería muy largo y pesado relatar los cantantes que han interpretado sus canciones, baste decir que entre ellos se encuentran todos los grandes de la canción española desde los años cincuenta hasta nuestros días. El autor de la música es Rafael Jaén, nacido en La Línea de la Concepción, Cádiz, el 13 de diciembre de 1915. Su consolidación como autor llegó en 1960, al ganar el primer premio en el Festival de la Canción Andaluza, celebrado en Jerez de la Frontera, con el tema "Nardo con bata de cola" y, a partir de entonces gana numerosos concursos musicales celebrados en diversas ciudades españolas. Quizás su éxito más destacado fuera, junto al tema que nos ocupa, la célebre canción "Mi carro", interpretada por Manolo Escobar. Murió en su pueblo natal el 19 de julio de 1984. Y ya vale de literatura… pasemos a la letra del pasodoble-jota objeto de esta entrada y ha escucharlo, en el vídeo-montaje que lo acompaña, en la versión que nos ofrece la gran Marifé de Triana.

No te vayas de Navarra
Ignacio Román - Rafael Jaén

Era un siete de julio cuando lo vi,
me quemaron sus ojos como el carbón,
y sentí por mis venas un San Fermín
con los siete toritos de la pasión.

Boina roja en la cabeza
la camisa y pantalón como la cal,
y esa estampa de nobleza
que es la misma de Tudela hasta el Roncal.

Al son de guitarras
la jota navarra
que me hizo soñar.

No te vayas de Navarra.
Si no quieres que me muera,
flamencona,
no te vayas de Pamplona.

No te vayas de Navarra,
que por tí pondré banderas
si lo manda tu persona,
flor morena.
No te vayas de Navarra.

Nunca más en la vida lo he vuelto a ver,
porque un siete de julio lo conocí,
y cayó bajo el toro como un clavel
en la fiesta navarra de San Fermín.

A la Virgen Macarena
le pedí que mandara otra pasión,
pero esclava de la pena
su recuerdo me requema el corazón.

Y un llanto de amores
deshoja mis flores
con esta canción:

No te vayas de Navarra.
Si no quieres que me muera,
flamencona,
no te vayas de Pamplona.

No te vayas de Navarra,
que por ti pondré banderas
si lo manda tu persona,
flor morena.
No te vayas de Navarra.

viernes, 4 de julio de 2008

Fraude, Público y Autoridad

En los últimos días, con la proliferación de ferias taurinas a lo largo y ancho de la geografía española alrededor de las festividades de San Juan y San Pedro, ha proliferado el fraude del afeitado, sobre todo en los festejos en donde toman parte los llamados figuras del toreo, y más si cuentan con el beneplácito y la cobertura de la llamada prensa rosa. Lo que llama poderosamente la atención de esta epidemia, que cada día esta más extendida, es el descaro con el que se hace, ya ni se intenta disimular lo indisimulable, como antes se hacía al tratar de ocultar el fraude con afeitados pulcros y betún. En estos tiempos todo da igual, da lo mismo que el pitón sangre y sea visible la médula, nada importa porque nadie, o muy pocos, son los que protestan.

Ante esta situación de fraude descarado es preciso preguntarse que es lo que ha cambiado para que esto ocurra. La explicación la debemos buscar en el cambio que se ha producido en dos de los elementos, público y autoridad, que forman parte del entramado de la Fiesta. De los sectores profesionales, toreros y empresarios, poco podemos esperar, pues desde siempre ha sido preciso establecer reglamentos sancionadores para controlar un fraude que va ligado, de forma consustancial, a la historia misma de la Tauromaquia. De la otra parte profesional del negocio, los ganaderos, suministradores de la materia prima, salvo contadísimas excepciones, tampoco podemos esperar mucho, porque hace tiempo que dejaron de lado la competencia y el orgullo de ser los mejores criadores de toros bravos para convertirse en serviles suministradores de animales manipulados y disminuidos, de acuerdo con las exigencias de los taurinos y ante la falta de control y sanciones por parte de la autoridad.

El cambio fundamental se ha producido en el público que asiste a los festejos. Si antes los tendidos se cubrían en su mayor parte de aficionados que acudían a los toros con las ideas claras y sabiendo a lo que iban, en la actualidad se llenan de un público de feria atraído por los nombres de los toreros y las campañas publicitarias. Si antes el toro era el rey de la Fiesta y los aficionados calibraban su trapío y bravura antes que nada, hoy en día es un mero comparsa necesario porque, no en vano, el espectáculo lleva su nombre. Si antes un toro afeitado, o inválido, podía ser la causa de un conflicto de orden público, en la actualidad da lo mismo, porque la gran mayoría de espectadores que acude a los festejos de feria va a otra cosa que poco tiene que ver con la Fiesta de los Toros y, además, los pocos aficionados que se atreven a protestar son insultados y vilipendiados. Da igual que los cuernos estén mutilados y sangren, que el toro se derrumbe, que lo masacren en varas o que sea de esa especie nueva de toro colaborador y bobalicón que tanto abunda hoy en día, lo importante para ese público ocasional que acude a los festejos de feria es ver a los toreros famosos y conseguir que el presidente, a cambio de no ser abroncado, otorgue muchas orejas y rabos, todas y todos si fuera posible, y que a la salida puedan presumir de haber asistido al festejo en el que más trofeos se han cortado.

Con un público como este, que es mayoría absoluta en la plaza, y con los aficionados arrinconados y aburridos, los taurinos tienen las manos libres para cometer todas las tropelías que se les ocurran sin ningún miramiento, además cuentan con el beneplácito de la autoridad, el otro elemento que ha cambiado y que, por las razones que quieran ustedes imaginar, en vez de defender el reglamento vigente, por bueno o malo que sea, y velar por los intereses de los consumidores, consienten que salgan al ruedo animalejos tan manipulados y disminuidos que da vergüenza verlos, y de esa forma, se ponen del lado de los defraudadores y son tan culpables, o más, porque tienen en su mano la posibilidad de atajar semejantes atropellos, que los delincuentes que los cometen.

Ante esta situación poco podemos hacer los aficionados, es un proceso que, tal vez, sea imposible de corregir, que nos encontremos ante un modelo de Fiesta que poco o nada tiene que ver con la que defendemos. Nos quedan dos alternativas; o abandonar, como tantos y tantos aficionados que ya lo han hecho; o seguir en la brecha y denunciar el fraude con todas nuestras armas, a la vez que apoyar y defender los pocos espacios que todavía quedan en los que el toro sigue siendo el protagonista principal. Por mi parte seguiré empeñado en la segunda alternativa, quizás sea una pérdida de tiempo, no conduzca a nada y sea una pelea baldía, es posible, pero mientras siga teniendo ganas, fuerzas e ilusión seguiré en la ruta.