“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

jueves, 29 de mayo de 2008

Con divisa verde y oro - Concha Piquer

Hace muy pocos días, el 23 de mayo, se cumplió el tercer aniversario de la muerte de la "ganadera salmantina" a la que está dedicado este magnífico pasodoble. Pilar Sánchez Hernández, que había nacido en 1907, era hija de uno de los ganaderos más importantes del campo charro de mediados del pasado siglo, Paco Coquilla, por eso, en los ambientes taurinos de Salamanca y de España entera se la conocía como Pilarín Coquilla. Fue una mujer moderna, de ideas liberales y costumbres avanzadas para su época, montaba a caballo, participaba en las tientas, toreaba, fumaba, conducía coches y, además, era guapa. Fue tal su personalidad, y tanto su prestigio entre ganaderos, toreros, artistas y aficionados, que su popularidad trascendió al pueblo y su memoria, no sólo quedó inmortalizada en esta maravillosa copla, creación de Concha Piquer, y original de Quintero, León y Quiroga, sino también en un retrato de Daniel Vázquez Díaz, para quién posó, en 1949, como modelo de un cartel de toros, en esto también fue pionera. Los toreros que acudían a tentar a su finca ponderaban sus encantos y más de alguno bebió los vientos por ella. Nadie supo entonces, cuando se estrenó la copla, que la "ganadera salmantina" de la que hablaba era Pilarín Coquilla, ni tampoco que ese “chiquillo de Osuna que quería ser torero” pudiera ser Joaquín Rodríguez Cagancho, el torero gitano del que dicen que quiso conquistarla para siempre y que a punto estuvo de conseguirlo. Pero para profundizar sobre este tema y hacerse una idea más clara de lo que representó esta mujer en aquella España de mediados del siglo pasado, de sus opiniones y vivencias, o de la la historia de su ganadería, enlazo un interesante artículo que fue publicado en la Web "El Chofre", bajo el titulo “Pilar Sánchez Hernández, Pilarín Coquilla, con motivo de su muerte. Esto, además, me permitirá alargarme en otros aspectos relacionados con este pasodoble y sus creadores.

“Con divisa verde y oro”
era un número que formaba parte del espectáculo presentado por Concha Piquer, en 1953, “Salero de España” y, desde ese mismo momento, se convirtió en una de las canciones emblemáticas de su repertorio. Lo habían compuesto esa maravillosa “cuadrilla de la copla”, ese triunvirato de compositores de “canción española” que tantos y tan grandes éxitos cosecharon y que respondían a los nombres de: Antonio Quintero, comediógrafo, guionista y autor de sainetes costumbristas; Rafael de León, poeta y letrista; y Manuel López-Quiroga, músico, con más de cinco mil composiciones en su haber. Este equipo comenzó a cuajarse hacia mitad de la década de los treinta, pero fue después de la Guerra Civil, concretamente en 1940, cuando se consagraron, y en esto tuvo mucho que ver Conchita Piquer, pues a partir de esa fecha, y a raíz de esta colaboración, se convirtió, a su vez, en la indiscutible reina del género. Recién comenzado el año, el 2 de enero, presentaron en el “Teatro Calderón”, de Madrid, el espectáculo “Las calles de Cádiz”, fue un bombazo, un éxito apoteósico. En el repertorio de dicho espectáculo había un puñado de excelentes canciones, la sola mención de sus nombres les traerán sus melodías a la memoria: La Parrala, A la lima y al limón, No te mires en el río, Ojos verdes, Coplas del burrero, Doña Sol, Triniá o Antonio Vargas Heredia… por nombrar algunas de las que recuerdo a bote pronto.

El encuentro entre el trío de compositores y Concha Piquer fue definitivo para ambas partes; los unos encontraron a un
a gran cantante que, sumaba a las cualidades de su voz, grandes dotes de interpretación, lo que se ajustaba como anillo al dedo a lo que pretendían conseguir con sus canciones, pequeñas obras de teatro en tres actos; la otra consiguió centrar y enfocar definitivamente su carrera, abandonando toda influencia americana en sus espectáculos y el tono afrancesado que amarilleaba alguna de sus interpretaciones y evolucionó hacia una forma de concebir y de hacer más española. Durante los años treinta, después de su regreso de Estados Unidos, en donde durante más de cinco años recorrió el país y aprendió la profesión, había sido una de las preferidas del público, pero a partir de su encuentro con Quintero, León y Quiroga, habría de ser, hasta su imprevista retirada en 1958, la auténtica número uno, la indiscutible reina de la copla.

Sobre todo fue importante, fundamental, su relación con Rafael de León, tanto en lo artístico como en lo personal. En el terreno profesional fue una simbiosis perfecta pues; si Conchita descubrió la fuerza y el dramatismo de las letras de Rafael, algo que andaba buscando desde hacía tiempo y que le abrió las puertas de su consagración; Rafael encontró, en la voz y la capacidad interpretativa de Conchita, lo que necesitaba para que las historias de sus letras cobraran vida. En lo personal fueron amigos entrañables, llegaron a ser… como dos hermanas. Es curiosa la forma en que se conocieron, según nos lo cuenta la propia Conchita:
“Fue el 13 de julio de no recuerdo muy bien que año, pero si recuerdo que era en plena Guerra Civil. Estaba actuando en el “Teatro Exposición”, de Sevilla. En aquel momento estaba en el camerino maquillándome, cuando llamaron a la puerta.
- ¿Se puede?
- Adelante.
Al abrirse la puerta aparece mi buen Rafael vestido de soldado.
- ¿Qué desea?
- Usted es Concha Piquer, ¿verdad?
- Sí. Y usted un maricón, ¿verdad?
-Verdad. Pero ¿en qué lo ha notado?

- En la gorra…
Ambos nos echamos a reír.”


Cuando en 1953 se presentó en público el pasodoble que nos ocupa, “Con divisa verde y oro”, su interprete ya no era ni Concha, ni Conchita, el pueblo había familiarizado su nombre y era, simplemente, "La Piquer". Entre sus amistades personales estaba Pilarín Coquilla, la protagonista de esta historia. Eran de la misma edad, La Piquer había nacido en 1908, y Pilarín un año antes. Cuando la "ganadera salmantina" estaba en la flor de la edad, y los Coquillas en la cresta de la ola -de 1920 hasta 1936-, nuestra intérprete estaba forjando el estilo que la llevaría a ser la indiscutible número uno de la copla. Y cuando ya hacía mucho tiempo que los Coquillas no pertenecían a la familia de Pilarín, cuando el paso del tiempo ya estaba borrando los recuerdos, “vino en un rayo de luna” esta canción, esta historia a ritmo de pasodoble, compuesta por Quintero, León y Quiroga y de la cual hizo una creación magistral "La Piquer". Quizás, en alguna ocasión, fuese testigo de alguno de los sucesos que se cuentan, o quizás de alguna confidencia de amiga o, simplemente, oyente de lo que contaban “las lenguas de doble filo”… ¿A quién se le ocurriría la idea de esta historia?... ¡Vaya usted a saber! Lo cierto es que, entre unos y otros, nos dejaron este pedazo de copla que no es otra cosa que una triste historia de amor.


CON DIVISA VERDE Y ORO

(Quintero - León - Quiroga)

Vino en un rayo de luna,
de luna del mes de enero;
era un chiquillo de Osuna
que quería ser torero.

“Ganadera salmantina,
yo la nombro por madrina,
que er dinero y er carté,
si argún día los consigo,
pongo ar sielo por testigo
que me caso con usté.”

Un ¡ole! en la tienta
por su valentía
y un duende en mis venas
que así me decía:

Ganadera con divisa verde y oro,
ten cuidado,
que el amor no te sorprenda como un toro
desmandado.
Por tu hacienda y tu apellido
se te guarda devoción
y un clavel en tu vestido
llamaría la atención.
En tus ojos se adivina
la locura de un "te adoro",
y has de ser como una encina,
ganadera salmantina
con divisa verde y oro.

Ya es un torero de fama,
dinero y categoría;
ya es su pasión una llama
que me ronda noche y día.

Por tres veces me ha pedido
que le tome por marido,
por tres veces dije ¡no!
Y la causa está en Osuna,
morenita de aceituna
que por mí se le olvidó.

Y son en mis noches
de penas mortales,
cuchillos las coplas
de mis mayorales:

Ganadera con divisa verde y oro,
dueña mía,
cuánto diera por salvarte de ese toro
de agonía.
Con tu hacienda y tu apellido
ya te sobra en qué pensar
y hasta el luto del vestido
te lo debes de quitar.
Porque así no se adivina
que enterraste un "te adoro"
bajo el tronco de una encina,
ganadera salmantina
con divisa verde y oro.



Nota: El vídeo-montaje que presentamos, y que no deja de ser una escusa para poder escuchar la interpretación del pasodoble, con el acompañamiento de la Orquesta del Maestro Quiroga, esta ilustrado con fotografías de Conchita Piquer entresacadas de libros, revistas o discos. Las que corresponden a Pilarín Coquilla, me las suministró Tony, de "El Chofre". Las de relleno son de cosecha propia.

martes, 27 de mayo de 2008

¡¡¡Vaya tostón!!!

Cuando llegué a la plaza, una vez más con el tiempo justo, la primera noticia no es nada halagüeña.

- “Han cambiado la novillada de Martín Peñato”, me dice David.
- ¿Por…?
- “Eran muy chicos, impresentables…”, me contesta.
- ¿Y…?
- “Nos han traído una ‘juanpedrada’ de Pio Tabernero de Vilvis”, me informa algo mosqueado.
- ¡Vaya por Dios!

Al llegar a nuestro sitio habitual ya está allí Dani con la familia al completo. En el ruedo no se como discurrirán las cosas, siempre queda el factor sorpresa, pero, al menos, en la Andanada vamos a tener movimiento.

En la novillada debutaba con picadores un torero de la tierra, de dinastía, Alejandro Lalana. A su padre lo pude ver en los primeros años setenta, cuando era novillero, apuntaba pero no llegó, luego pasó a ejercer como subalterno y, durante muchos años, lo vi trabajar en La Misericordia. A su abuelo también lo conocí cuando era el presidente del “Club Taurino de Jubilados de Las Fuentes”, ejerció de anfitrión en un par de coloquios organizados en el Club a los que fuimos invitados La Cabaña Brava, era un buen aficionado.

El primer novillo, zancudo, alto, feo y… (¡Ha rematado en el burladero y le han faltado dos dedos para tocar la madera!”, oigo que dice alguien de los que me rodean)… afeitado. Va al caballo y derriba, toma dos varas empujando, incluso se viene un poquito arriba en banderillas… pero, como una gaseosa cuando se le quita el tapón, pierde el gas en un suspiro y se para.

El segundo esta más en el tipo, incluso mete la cara con cierta claridad, pero… es tan soso, embiste tan complacientemente, con tal docilidad… que aburre. Es el toro apropiado para inventarse la faena, como dicen algunos de los figuras del escalafón, el “toro artista”, apostillan algunos ganaderos de postín, el que colabora, el que no molesta, el que se deja hacer, el que permite que los “artistas del toreo” desarrollen su personalidad artística con el mínimo riesgo. ¡Qué aberración!... el toreo moderno.

El tercero era destartalado, largo, feo, colorado… como si fuera de otra familia, como si una vaca despendolada, en una noche de juerga y desenfreno bovino, se hubiera equivocado de cercado y, aprovechando la ocasión, el semental de turno… A la postre, resultó el más entretenido de la tarde, el debutante Lalana demostró que está verde, como es lógico en un debutante, pero dejó pinceladas sueltas interesantes, aunque no llegó a cuajar ninguna tanda porque tiene que corregir defectos de colocación, lógico en un debutante, pero si tiene oportunidades, cosa difícil, y las aprovecha, puede llegar a ser un buen torero.

El cuarto se derrumbó estrepitosamente y fue cambiado por un novillo, bien presentado, de “El Cortijillo”. Creo complicaciones en la lidia, manseo y, ante la incapacidad de Pedro Carrero para sacarle partido, se murió.

El quinto, como todos los novillos titulares, salvo el tercero, fue noble, obediente, soso e incapaz de tirar una cornada, de eso puede dar fe el vestido de torear de “Josete”, el tercer novillero en discordia, que se pegó un arrimón a la mole inmóvil que era este novillo, y en el que, por lo menos nueve o diez veces, se le quedó parado a la altura de la taleguilla, quieto como una estatua, incluso le embestía el torero, con empujones y golpes en el lomo... ni por esas, en ningún momento se le vio intención de tirar una cornadita.

En el sexto más de lo mismo, aunque este novillo mostró una mayor predisposición a embestir. Lalana se lució en un par de verónicas y una media belmontina al recibirlo. En el caballo le dieron de lo lindo y mal. Llegó a la muleta con algo de recorrido, pero el debutante no le encontró la distancia, se colocó fuera de cacho y dudo más de la cuenta, algún pase suelto, pero ninguna serie rematada. Lo mejor de su actuación, y no es poco para un debutante, la estocada con la que cerró el festejo.

Una cosa a destacar, las cuadrillas bien, tanto los banderilleros, de los que tres saludaron desde el tercio, (no recuerdo sus nombres, pero de esto y de alguna otra cosa más pueden enterarse leyendo la crónica que David, bajo el titular “Otra de tantas”, ha publicado en la web de “La Cabaña Brava) como los picadores estuvieron correctos, aunque siempre surge la excepción, como el tercio de varas del sexto, a cargo de Rafael Sauco, barrenando, haciendo la carioca y masacrando al novillo arrinconado contra las tablas. Lo que me llama poderosamente la atención es la diferencia entre la desastrosa lidia que tuvimos que soportar el pasado domingo, con novillos de procedencia “núñez”, y la más que correcta que hemos visto hoy, con novillos de origen “juanpedro”. Aunque quizás ahí este la explicación y la diferencia sea precisamente esa, la procedencia del ganado; a unos, los “juanpedros” los lidiadores, les tienen tomado el pulso, principalmente porque están seleccionados para ser obedientes y solícitos; a los otros, los “núñez”, que en estos tiempos han perdido el favor de los profesionales, no saben como meterles mano y con su presencia todo se desordena. ¡Ah!... y otra diferencia no menos importante, los del domingo pasado no estaban afeitados.

En resumidas cuentas, ¡¡¡un tostón!!! Aunque en la Andanada tuvimos movimiento y colorido. Prueba de ello es la fotografía que acompaña esta entrada, pues cuando el aburrimiento empezaba a hacer mella en todos nosotros, Gregorio ya había merendado, y los niños de Dani ya no sabían donde meterse, Julián abrió su maleta sin fondo, extrajo el hinchador junto con unos cuantos globos y nos llenó el entorno de formas de colores de diferentes objetos, una flor, un collar, una espada, un gorro… a los niños se abrieron los ojos como platos y se desentendieron del aburrimiento, a los mayores nos alivió el final de una plúmbea tarde.

Llegamos a lugar de la tradicional tertulia posterior al festejo y, ¡mala cosa!… todos estábamos de acuerdo. Como siempre, cuando todos estamos de acuerdo a la salida de un festejo... ¡Mala cosa!

lunes, 26 de mayo de 2008

Corrochanito Blog

Un nuevo Blog se suma al ciberespacio taurino, Corrochanito Blog es, desde hace unos días, el espacio de opinión de Rafa, socio de La Cabaña Brava desde los primeros tiempos y uno de los pioneros en el uso de Internet como medio de expresión de los aficionados. Fue él quien puso en marcha la primera Web de la Asociación y quién la mantuvo en funcionamiento hasta el cambio que, aconsejados por las posibilidades de los nuevos avances técnicos, se realizaron a lo largo del pasado año.

La constante innovación en la forma y los medios de transmisión de la información por la Red facilita la forma de gestionar la Web y hacerla más participativa, a la vez que libera de un trabajo pesado y engorroso a la persona, o personas, encargada de hacerlo efectivo, ese trabajo recae ahora en el propio autor que, con los nuevos medios disponibles, lo realizara con una simple gestión. No cabe duda que es un adelanto que nos posibilita la técnica informática y que hay que saber aprovechar. Aunque esta decisión no esta libre de contradicciones y genere un debate que es necesario plantearse. Y es preciso hacerlo porque la mejor forma de afrontar el futuro es estar alerta, en el presente, antes los cambios que se van produciendo diariamente en este vehículo de expresión que cada día tiene más importancia como medio de comunicación.

Si hace unos años mantener una Web requería dedicación y conocimientos, hoy en día se ha facilitado el trabajo tanto que, tener una página de opinión en Internet, se hace en tres pasos y unos pocos minutos para diseñarla. Esto ha hecho proliferar los Blog en donde el autor es el responsable de su mantenimiento. Pero esta proliferación de espacios particulares ha debilitado, según la opinión de algunos aficionados, los espacios comunes que mantenían aficionados agrupados en Asociaciones. Puede que así sea si lo analizamos, con añoranza, como lo que ha sido antes y lo que es ahora, pero si lo miramos con perspectiva de futuro, si partimos de la realidad que tenemos delante de los ojos, el problema quizás no sea la proliferación de Blog sino la forma de articular e integrar los espacios propios de opinión en los espacios comunes.

Las Web’s que representan a agrupaciones de aficionados, según mi opinión, tienen que dedicarse, en primer lugar, a recoger información, deben ser un vehículo de información alternativa, que puedan hacer de contrapeso a la información oficialista que, desde hace mucho tiempo, se dedica a servir intereses muy particulares. Y no sólo deben dedicarse a criticar lo criticable, y hay mucho para criticar. Es tan importante, o incluso más, resaltar lo positivo, las pequeñas muestras que todavía quedan donde se pretende una Fiesta auténtica y que, sistemáticamente y por interés, vienen ocultando los medios oficiales, porque el mayor enemigo de la “fiesta” que pretender imponer es la Fiesta íntegra, su modelo de “fiesta” no resiste la comparación con la Fiesta auténtica y por eso la menosprecian, la tapan, la ignoran… Y por eso mismo debemos poner más empeño en su divulgación, utilizar nuestros medios para publicitar y apoyar estas programaciones que, contra viento y marea, van en la línea de nuestras reivindicaciones. El segundo cometido que, en mi opinión, debería centrar el trabajo de estos medios colectivos, es buscar la forma de integrar los Blog particulares en sus páginas Web’s. Las innovaciones técnicas actuales lo permiten y en la portada de la Web se tiene acceso, tanto a las informaciones, noticias, y opiniones de los que publican en ese medio, como de los que lo hacen en sus Blog’s particulares. Se trata, en definitiva, de adecuarse a los cambios y utilizarlos en nuestro beneficio, no creo que seamos más débiles porque la opinión se disperse, lo importante es que haya opinión, aunque sean dispersa, lo que hay que hacer es buscar la forma de integrar esas opiniones dispersas, agruparlas, mostrarlas… y actualmente hay medios a nuestro alcance para hacerlo.

Pero no se porque me he metido en este lío… Esto tan sólo trataba de ser un saludo de bienvenida a la blogosfera taurina a Corrochanito Blog, compañero de La Cabaña Brava, que ya era hora de que se explayara un poco más, y si no, a los datos me remito, visiten su Blog y verán que exuberancia. A partir de ahora compartiremos lugar, junto a nuestro presidente de honor, don Ángel Cabrera, que hace pocas semanas también creo su propio espacio para dar rienda suelta a sus ebulliciones toreras, El Blog de Ángel Cabrera, en la portada de la Web de La Cabaña Brava.

viernes, 23 de mayo de 2008

El Aficionado nº 27 (Fanzine Taurino)

“El Aficionado” es una publicación modesta en cuanto a su tirada, en estos momentos salen de imprenta 1200 ejemplares, unos 300 de ellos se distribuyen por correo ordinario entre aficionados de todo el mundo, el resto se reparten entre aficionados de Zaragoza o de cualquier otra plaza que, en nuestra peregrinación por la geografía taurina en busca del toro, podamos encontrar. Si ha esto sumamos los que se descargan por la Web, desde la página de La Cabaña Brava, podemos calcular que son alrededor de 2000 los aficionados que tienen acceso a nuestro fanzine. Poca cosa, sin duda, si nos guiamos por los números en bruto, pero no tan poca si pensamos que, con estos dos millares de ejemplares distribuidos, hemos conseguido amplificar la voz de un reducido grupo de aficionados de Zaragoza, agrupados en torno a Asociación Cultural La Cabaña Brava, mucho más allá de lo que nuestra presencia física nos permitía.

Porque no era otro el objetivo, “El Aficionado” nació con la idea de recoger la opinión libre del aficionado -tan ignorada a lo largo de la historia de la tauromaquia, y mucho más en la actualidad- en todo lo relacionado con la defensa, difusión y promoción de la Fiesta de los Toros y, todo ello, partiendo de la premisa de que para defender, difundir y promocionar esta incomparable Fiesta es preciso que se desarrolle, porque hay está su verdadera fuerza, en su total integridad y autenticidad. Aquí es donde esta el nudo del debate, el eterno centro de la discordia, entre los profesionales y los aficionados, y en ese debate debe de estar presente, no puede faltar la opinión de los aficionados, aunque sea a través de un medio tan modesto como nuestro Fanzine.


Sabemos que esta disputa, utilizando una referencia bíblica, es como la de “David contra Goliat”, porque nuestros medios son escasos y nuestra influencia mínima; “ellos”, los profesionales, tienen casi todos los resortes en sus manos, controlan el negocio y disponen de unos medios de comunicación -salvo contadísimas, y cada vez menos, excepciones- que los defienden a ultranza y justifican cualquier actuación o práctica, aunque atente, incluso, contra la propia supervivencia de la Fiesta; “nosotros”, los aficionados, solo tenemos nuestra voz en la plaza, y muchas veces, sobre todo en los periodos feriales, acallada por el griterío de los espectadores que, guiados por la fiesta, la propaganda o la moda, acuden a la plaza de toros a pasar una tarde festiva y divertida y, sobre todo, a pedir orejas. Pero a pesar de nuestra pequeñez y de la escasez de nuestros medios, basamos la esperanza de nuestra lucha en la constatación de que cuando la Fiesta se manifiesta en su total integridad, hasta el "público de feria" se conmueve y se emociona. Ese es nuestro mejor argumento porque es, ni más ni menos, el argumento base de la Fiesta.


Por eso, desde el principio de nuestra existencia como Asociación, nos plantemos la creación de una publicación que recogiera nuestras ideas y les diera salida más allá de nuestro círculo y que, a la vez, sirviera como aglutinador de aficionados. Ambas ideas, la necesidad de unión de los aficionados que pensamos que “otra Fiesta es posible”, y la necesidad de tener un cauce de expresión, por modesto que sea, en el que podamos opinar libremente, nacieron a la vez, se complementan, no se conciben una sin la otra. Cuanto más seamos, más se oirá nuestra voz y más lejos llegará nuestra opinión, y esta no se debe limitar tan solo a la cuestión central, fiesta “auténtica” o “descafeinada”, que es el nudo gordiano del debate. También debemos ocuparnos, y dejar clara nuestra opinión, sobre asuntos cotidianos y locales de la Fiesta, destacando las iniciativas que van en la línea de nuestras ideas y denunciando las prácticas que atentan contra ellas. Y tampoco debemos olvidarnos del rico sustrato, que lo impregna todo, que ha dejado la Fiesta de los Toros en nuestra historia y en nuestra cultura popular.


Pero no es momento ahora, ni de entrar en ese debate de fondo, ni de plantear la línea editorial o los contenidos de nuestro Fanzine, eso nos llevaría demasiado espacio y desviaría el origen primero de esta entrada que no es otro que, aunque tarde, presentar el nº 27 del Fanzine Taurino “El Aficionado”, órgano de expresión de la Asociación Cultural "La Cabaña Brava, de Zaragoza, que vio la luz el pasado 23 de abril. Si lo quieren conseguir y que les quede “chachi piruli”, solo tienen que bajárselo, imprimirlo (primero páginas impares y luego páginas pares), ponerle un par de grapas para que no se le desbarate y leerlo tranquilamente. Si le gusta, y quiere colaborar en su difusión y distribución, no dude en imprimir más copias y repartirlas entre su círculo de aficionados. Entre todos podemos conseguir que llegue mucho más lejos de su recorrido inicial y, no debemos olvidarlo, si queremos, podemos.

martes, 20 de mayo de 2008

Desde mi Andanada


Llegué a la plaza casi con la hora de comienzo del festejo. Aún pude tomarme un café en compañía de un par de camaradas que, estirando el tiempo, apuraban los últimos tragos de su consumición en el bar habitual. Enfilamos las escaleras de la Andanada y, casi en el momento de iniciar el pasillo, llegábamos a nuestro sitio.


Tengo que decir, antes de continuar con este primer artículo de esta nueva sección, que suelo acudir a todas las funciones de toros de buen humor, cargado de optimismo y expectante ante la sorpresa que en cualquier momento se pueden presentar en el ruedo, luego, dependiendo de como se vayan desarrollando l
os acontecimientos, el optimismo se va desinflando y la expectación decayendo y, aunque por desgracia, en los últimos tiempos esto ocurre con demasiada frecuencia, suelo mantener el buen humor incluso en los momentos más desesperantes y, aunque sea desde el desánimo, intento extraer algún detalle de torería que, aunque mínimo, pueda incorporar a mi álbum de recuerdos taurinos.

De esos detalles, de esos chispazos fugaces, de esos momentos puntuales que se producen a lo largo de una corrida, pretendo escribir en esta sección. Será destacado lo que, según mi opinión, lo merezca y denunciado lo que, siguiendo el mismo criterio, sea denunciable. “Desde mi Andanada”, lugar en donde comparto el sitio con mis camaradas, quiero ofrecer algunas pinceladas sobre los festejos a los que pueda asistir y la manera en que los vivimos, los comentarios que se generan, las bromas que van y vienen, como dardos hirientes, entre el puñado de aficionados que nos agrupamos en la Andanada de La Misericordia zaragozana.


Al llegar a mi localidad, cuando se estaba forman
do el paseíllo para comenzar el festejo, me enteré que la terna era, según me dijeron, “de novilleros punteros”, vamos, un lujo de novillada. Pepe Moral, Rubén Pinar y José Manuel Más, ante novillos de los Hnos. Lozano.

Nada que objetar a la presentación del ganado, con edad, peso y pitones astifinos, pero… -¿por qué casi siempre hay un pero?- mansos...
- “Un catálogo de mansedumbre”,
apostilló David al finalizar la novillada.

Aun con todo, porque los toros mansos también tiene su lidia, hubo ocasión para el lucimiento y, de hecho, Rubén Pinar, aspirante a figura (“es un clon de El Juli”, había sentenciado Juan al comienzo del festejo),
fiel representante del "toreo moderno" -pico y pala, de abajo a arriba, de dentro a afuera-, con la lección bien aprendida y el lote más asequible de la tarde, consiguió calentar al respetable y cortar una oreja de cada uno de sus novillos. A destacar que mató como un cañón, haciendo bien la suerte, sobre todo a su segundo, el quinto, sin duda, lo mejor de su labor y de la tarde.

Cuando salía el cuarto novillo, un "tío", llegó la primera mala noticia de la tarde...
- “¡Gol del Mallorca!”,
nos comunicó Dani, que escuchaba el partido por la radio.
- “Al año que viene, con el equipo en segunda, veinte novilladas”
, decía, entre risas, David…

Pepe Moral que, más que de torero, tiene pinta de jugador de baloncesto, no pudo con el "tío" que le tocó en suerte. Con su primero, el más flojo del encierro, se empeño en llevarlo a los medios cuando el novillo solo quería las tablas, no lo supo o no lo quiso entender y, entre el ir y el venir, se le pasó el rato.


En la lidia del sexto novillo, al remate de un lance garboso, un murmullo de esperanza, como un olé, surgió del respetable…
- “¡¡¡Gol de Oliveira!!!”
, nos comunicó inmediatamente Dani... "empate, de momento estamos salvados porque pierde el Recre".

El novillo se empleó en varas, tres puyazos empujando, le dieron de lo lindo. En banderillas, como la mayoría de sus hermanos, se vino arriba y creo algún problema. Acusó el castigo en la muleta y se agotó pronto, pero al comienzo de la faena tuvo su momento y Más no supo aprovecharlo, el novillo pedía "más" mando y ligazón, dejarle la muleta puesta y tirar "más" de él, y Más se dedico a perder el tiempo componiendo la figura que descomponía después de cada pase, el novillo pedía "más" y Más le dió "menos"... Cuando la tarde languidecía y el toro hacía rato que pedía la muerte… vino la puntilla para el Zaragoza…
- “¡Gol del Mallorca!
otro fallo de la defensa", nos comunicó desconsolado Dani.


Los novillos tomaron 16 varas, casi todas traseras. No se cayó ninguno, tan sólo uno blandeó. La lidia, en general, fatal...
- “¡Son las manos!… Son ellos los que estropean a los novillos… ¡Son las manos!”,
exclamaba acalorado Juan viendo los capotazos sin sentido de novilleros y subalternos.

Y es que, en cuanto sale un toro diferente del patrón, pierden los papeles y ya no saben lo que hacer. Los novillos del domingo tenían tela que cortar, eran mansos y encastados, con los problemas que eso conlleva, sobre todo si no se hacen bien las cosas, por eso mismo, y por la seriedad de sus cornamentas, imponían respeto a los toreros y miedo al respetable. Es lo menos que podemos pedir los aficionados.


Cuando bajábamos las escaleras camino de la calle, la radio nos trajo una última mala noticia…
- “Gol del Mallorca, tres a uno”
...

Definitivamente hundidos en segunda… Aunque, quizá no haya mal que por bien no venga y, como de ilusión también se vive, por pedir que no quede… “Al año que viene, veinte novilladas”.

viernes, 16 de mayo de 2008

En memoria de "Joselito"

Hace un año, cumpliéndose el 87 centenario de su muerte, recordaba a Joselito mediante la presentación de una canción de Juanito Valderrama, “Pena de Juan y José” -una de mis favoritas, si no la que más, de las de temática taurina-, que trataba de la competencia entre Joselito y Belmonte. Era un tema prácticamente desconocido, perdido para el repertorio musical de la fiesta, ni aparecía en recopilaciones o antologías, ni en versiones de otros artistas, ni se encuentran referencia a él en biografías o entrevistas, ni en libros o artículos literarios. En una entrada posterior de este Blog, titulada "Vídeo de Pena de Juan y José", informaba de la incorporación de un vídeo-montaje fotográfico de ambos toreros, con el soporte musical de la copla interpretada por su creador, Juanito Valderrama y explicaba como cayó en mis manos esta grabación.

Hace unas semanas, no se como ni porque razón, aparecí en los dominios de esta vieja entrada, había un comentario que me llamó poderosamente la atención, por el comentario en si y por la fecha en que fue hecho. Estaba enviado por “Cristóbal Villalobos” y fechado en el mes de noviembre, seis meses después de su publicación, decía lo siguiente: “Se me ponen los pelos de punta con el vídeo. Gracias a usted he investigado un poco por Internet y he encontrado, en una noticia, un pasodoble dedicado a la muerte de Joselito, escrito por Muñoz Seca”. A continuación venía la letra del pasodoble y finalizaba su comentario de la siguiente forma: “PDT: Por lo visto ha permanecido perdido inédito y sin publicar hasta este año que lo han encontrado en un archivo”.


Por mi parte nada he investigado que pueda enriquecer la historia de la letra de este pasodoble, tampoco sé si existe una música que lo acompañe. Si alguno de los lectores de esta entrada sabe algo más relacionado con este asunto, puesto que estamos en un medio que lo permite, puede comentárnoslo. Pero, en un día como este -dedicado a la memoria de José Gómez Ortega “Joselito”, muerto hace 88 años en la plaza de Talavera de la Reina-, antes que rebuscar en su biografía o anecdotario algo que la mayoría de los aficionados ya sabrán, creo más interesante dar luz al comentario que me trajo la letra de este pasodoble compuesto en su honor y colaborar, de esta forma, en el engrandecimiento de su memoria.


Pasodoble a Joselito
(Muñoz Seca)

¡Talavera! ¡Talavera!
qué triste suerte.
En tu plaza bullanguera
de una cornada certera
halló Gallito la muerte.

Gallito el mejor torero,
el más artista
¡el primero!
el que un día nefando
llegó a tu plaza cantando
las coplas del Espartero.

¡Talavera! ¡Talavera!
Noble ciudad castellana
en tu escudo y tu bandera
pon una capa torera
con un traje de oro y grana.

Los colores que él lucía
cual una hispana aureola
¡Oro y grana!
¡Parecía
que aquella tarde vestía
con la bandera española!

Y tú viste, Talavera, tú viste
como un mal toro rasgaba
aquella bandera que yo recordando
llora como llora España entera.

¡Ah! Pobrecito Joselito
¡Pobrecito! el gran torero,
el artista favorito.
¡Cómo murió el pobrecito
lo mismo que el Espartero!

Nota: Como decía al comienzo de este artículo, y para quién este interesado en llegar hasta el fondo, el origen de esta colaboración es la entrada que publiqué, en memoria de “Joselito”, tal día como hoy de hace un año, bajo el titular “Pena de Juan y José”. Mediante este enlace se puede acceder a la letra de la canción y a un vídeo-montaje fotográfico de ambos toreros cuya banda sonora es la interpretación de la copla por parte de su creador, Juanito Valderrama.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Hace un año

- ¡Hola!, don Pepe.
- ¡Hola!, don José.
- ¿Se acuerda usted?…
- ¿De que quiere que me acuerde?… ¿Y por qué me ha citado en un lugar tan raro?...
- Hace un año estábamos en este mismo lugar, a la misma hora aproximadamente, íbamos paseando, recordando episodios del invierno cuando, pasando por aquí mismo, de repente me asaltó la idea de enseñarle lo que era Internet… Entramos en este cibercafé y, en este “lugar tan raro”, tuvo usted el primer contacto con la ciber-tecnología.
- Pues tiene razón…
- Bendita sea...
- Aunque sea por una sola vez, tiene usted toda la razón, don José.
- Sin cachondeo, don Pepe… y déjelo como está que la ha quedado muy bonito.

- Pues claro que me acuerdo, don José… y tengo que decirle una cosa… que después de todo un año de ciber-disputas me siento más amigo de usted, porque lo uno no quita lo otro, los toros se inventaron para discrepar y para hacer amigos.
- ¡Si señor!, en eso estoy al cien por cien de acuerdo con usted. La discrepancia es lo que pone la salsa de este guiso, y eso es, precisamente, lo más bonito de la fiesta, porque como, lo presenciado en el ruedo, a cada uno, nos produce sensaciones diferentes, subconscientes, subjetivas, el debate posterior a la corrida, con un vasito de vino en la mano, es lo mejor de la tarde. Además de recordar y escudriñase la memoria tratando de revivir las sensaciones de los visto, que es como volver a vivirlo, para apostillar tus opiniones en la diferencia, cargándote de razones para mantener a ultranza la discrepancia aunque esta se haga interminable… todo ello en buena armonía y con un vasito en la mano… que buenos ratos, don Pepe…
- De acuerdo, don José… sobre todo en lo del vino y la buena armonía… pero no se introduzca usted por complicados vericuetos lingüísticos utilizando esas palabrejas que usa, la mitad ni las entiendo… En dos palabras le digo lo mismo… y seguro que me entiende usted y el mundo entero: “Cuando salimos discutiendo, buena corrida. Cuando salimos de acuerdo, maaaaaalaaaaa…”
- Pues si, más o menos viene a ser lo mismo, pero claro…
- Ni claro, ni espeso…
- No se ponga usted así que, aunque lo vamos conociendo un poco y sabemos lo quisquilloso que es… estamos de celebración.
- No se preocupe, don José… Es para darle un poco de emoción al relato. Hoy vengo dispuesto a no tener ninguna disputa con usted, todo el año con lo mismo cansa, nos merecemos un día de fiesta, ¿no le parece?, aunque para ello tengamos que eliminar el tema de los toros de la conversación.
- Y dale que te pego… ¿Pero es qué no vamos a estar de acuerdo en nada que tenga que ver con los toros, don Pepe?
- ¡Sí! Cuando salimos de una corrida mala.
- Muy gracioso.
- Otra cosa le voy a decir, don José, y esto va en serio. Lo que más tengo que agradecer a este invento de escribir en Internet, y en parte se lo debo a usted, es el haberme reencontrado con la escritura, un hábito que estaba perdiendo.
- Muy bien expresado… ¡Si usted cuando quiere!
- Se lo digo en serio, es un ejercicio que me permite reencontrarme conmigo mismo, son momentos en los que el tiempo pasa sin darme cuenta, me encuentro ensimismado tratando de encontrar la forma de la frase, la palabra adecuada, la definición más apropiada para definir algo tan indefinible como es un momento de emoción, o las sensaciones fugaces de un momento mágico, o elegir el tono de la denuncia cuando es preciso denunciar algo, o rescatar esas historias que guarda entre sus piedras la plaza de “La Misericordia”, o recordar las canciones que llenan de sonidos nuestros recuerdos de aficionados… No se si lo consigo o no, ni si será del gusto de los lectores, aunque esto no me preocupa demasiado... ¡allá ustedes!... Escribo para mí, como si este ejercicio me permitiera ordenar mejor mis ideas y recuerdos… mis cosas... Aunque el mérito de seguir manteniendo vivo este Blog no es sólo mío, y eso lo saben todos los lectores, el otro 50%, sin el cual nada hubiera sido posible, es usted, don José…
- Bueno, pero eso no tiene demasiada importancia, ya lo esta diciendo usted, don Pepe, además magníficamente, solo tengo que atestiguar que estoy de acuerdo en todo lo dicho y que semejantes motivaciones se han producido en mi persona de forma similar.
- ¿Seguiremos otro año, don José?
- Al menos lo intentaremos… ¿no le parece, don Pepe?
- Por mi que no quede, yo… mientras me lo pase bien…
- Pues yo no voy a poner obstáculo alguno.
- ¡Pero no se vaya usted a creer que las cosas van a cambiar cuando de toros se trate!
- ¡Por supuesto, don Pepe, yo no me vendo por un plato de lentejas!
- Referencia bíblica.
- ¡Si señor!
- No se altere, don José, que ya le he dicho que hoy estamos de fiesta.
- ¡Es que usted…!
- Venga, que le invito a un vinito y a una tapita, pero pasamos de este ciber-café y nos vamos a la tasca de la esquina, tienen buen vino y unas anchoas superiores, para chuparse los dedos…
- Venga ese vino y esa anchoa… pero pago yo.
- ¿Cómo que paga usted?
- Lo dicho…
- Esta la pago yo, luego, si quiere me invita usted a otra…
- ¡…O dos!… si son pequeñas.
- ¡Así me gusta! Mire usted, desde hace un rato me quiere venir a la memoria una canción mexicana, creo que la cantaba Pedro Vargas, era un vals…
- Puede que sea la misma canción en la que estoy pensando yo desde hace un rato... ¡Sí!… Era un vals ranchero de Felipe Valdés Leal, la cantó Pedro Vargas y otros muchos otros grandes cantantes de la época de oro de la canción mexicana, y seguro que alguna vez hasta la ha tarareado.
- Es usted una enciclopedia, don José…
- Déjese de echarme flores, don Pepe, que por hoy ya vale, y cantemos juntos…
“Hace un año que yo tuve una ilusión,
hace un año que hoy se cumple en este día…”

viernes, 9 de mayo de 2008

El Credo del arte de torear de F. Bleu

"Factor principal de las fiestas de toros: el toro. Lo demás es secundario. Con ganado bueno y toreros malos, hay corrida posible y hasta interesante; con los elementos invertidos, no la concibo.

Fin inmediato de las corridas por parte de los lidiadores: la buena muerte del toro. A ella deben coadyuvar como accesorias las suertes de vara y banderillas, y todos lo incidentes y pormenores que forman parte de la lidia, o sobrevengan en ella.

Tanto mejor es un quite cuanto menos estropea o quebranta a un toro. El torero de conciencia falta a su misión, si al quitar, no deja colocado al toro en suerte yen los tercios.

El toreo de capa a dos manos, y en particular el de verónica, solo debe emplearse con toros abantos, levantados y sobrados de patas. Lo contrario, es querer acabar con el enemigo antes de tiempo.

Los adornos del primer tercio y el tomar las banderillas, han de reservarlos los espadas para las tardes que estén afortunados como matadores, para que no se diga que pretenden excusar errores de maestro con habilidades de aprendiz.

Con toros de buena o regular condición, el pase de tanteo debe ejecutarse siempre de poder a poder y con la mano izquierda sola, sin vacilar ante el desafío de la res, sin retroceder para rehacerse, sin llamadas o avisos de los capotes.

El pase con la derecha, es en toda ocasión pase de recurso o de defensa.

La brillantez de las faenas está en razón inversa del número de pases de que se compongan, siempre que todos sean eficaces y lucidos.

El toreo de muleta es suerte de brazos y nunca de muñecas. Durante toda su ejecución, ha de ser el toro el que gire alrededor del diestro, y no el diestro alrededor del toro. Lo de pegarse al costillar y esconderse en las paletillas, quédese sin proveer hasta que nos enteremos en que paran esas misas.

Pase de muleta que no obliga al toro a ocupar el terreno que el matador tenía a su espalda antes de engendrarlo, no es tal pase. O el animal traspasa la línea del diestro, o éste queda convertido en una especie de trinchera humana. Ya sabemos a lo que conduce este último extremo: a abanicar al toro y a verle siempre por delante dando cabezadas de cansancio y recibiendo manotazos en el testuz.

Torero que al trastear y al matar abre el compás, encorva el cuerpo y ataca con pasos atrás, torero del siglo XX.

En este mi Credo taurino, la suerte de matar figura como la más difícil y arriesgada. Un tal Francisco Montes opinaba lo mismo. Sus mandamientos son diez, a saber:

Colócate todo lo cerca que permita tu valor.

No te desvíes de la recta.

Entra al volapié, que es estocada de recurso, con todos los pies.

Fuera del volapié, para mucho, mira el morrillo, apunta, baja la mano izquierda, haz que los toros te vean y se te descubran.

Hiere con el cuerpo más que con el brazo.

Recibe siempre que puedas, y aprende si no sabes.

No entregues los toros vivos al puntillero, después de medias estocadas hondas y de pinchazos un poco caídos.

No te niegues a matar reses de determinadas ganaderías, ni prepares corridas a tu gusto.

No te retires a la enfermería con arañazos.

No huyas más que de una cosa: del paso atrás."

Nota: Del libro "Antes y después del Guerra (Medio siglo del toreo)", de F. Bleu, seudónimo del aficionado madrileño Félix Borrel Vidal, editado en "Selecciones Austral" de Espasa y Calpe.

domingo, 4 de mayo de 2008

Sonrisas y lágrimas

Yo también me emocioné en la plaza viendo la suerte de varas del toro Farolero, que acudió hasta seis veces al caballo que montaba Tito Sandoval, pero casi tanto, o más, lo hice cuando vi publicada esta fotografía. Son dos aficionados, amigos y compañeros de La Cabaña Brava, no son don Pepe y don José, aunque sus nombres sean José y Pepe.

Un escalofrió de emoción me recorrió el cuerpo entero cuando, a los pocos días del acontecimiento vivido en el Coso de La Misericordia, vi en esta fotografía sus caras rebosantes de felicidad, su sonrisa repleta de satisfacción y sus ojos llorosos, desbordados por las lágrimas de la emoción.


Han sido tantas charlas, tantos recuerdos, tantas enseñanzas recibidas… y tantas ilusiones y esperanzas desbaratadas… No estaba a su lado en ese momento, mi asiento se encuentra al otro lado de la plaza, pero la oportuna cámara de Tony consiguió retratar la felicidad que estos dos grandes aficionados -amigos míos y compañeros en esta batalla por la integridad de la Fiesta- vivían en ese momento.


Podría llenar páginas hablando de sus historias, de su trayectoria de aficionados, de las plazas a las que han acudido juntos, de sus opiniones y puntos de vista, de su exigencia y compromiso… quizás lo haga en otro momento. Hoy me quiero quedar con la imagen de sus caras rebosantes de felicidad, con las sensaciones de satisfacción que transmiten sus ojos llorosos, con la alegría de su sonrisa colmada de gozo. Mi emoción, mi alegría, mi satisfacción y mi felicidad por lo vivido aquél 26 de abril de 2008 en nuestro bien amado Coso de La Misericordia, se hace más grande y completa, mis queridos compañeros y amigos Pepe y José Mari, al saber de la vuestra.


Sonrisas y lágrimas de felicidad… ¡Qué grande es la Fiesta de los Toros cuando se representa en todo su esplendor!… Sonrisas y lágrimas…