“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

sábado, 11 de octubre de 2008

EL NOVILLO-TORO

Ponerse a escribir de la corrida de “Valdefresno” a estas alturas -cuando ya han desfilado por la Feria las de “Fuente Ymbro”, que defraudó a los aficionados, y la de “Núñez del Cuvillo”, con figuras, orejas y lleno en los tendidos- quizás no sea lo más apropiado, porque en las ferias taurinas el paso inapelable de los festejos va haciendo viejas las noticias de un día para otro. ¿Quién se acuerda de lo sucedido hace un par de días? ¿Para qué recordar algo que, además, resultó un aburrimiento? Y más cuando en el día de hoy, según he leído en alguna cibercrónica, han triunfado a lo grande toros y toreros. Nada puedo decir de estos dos festejos porque no he podido asistir a ellos, pero si quiero, ahora que tengo tiempo para hacerlo y aunque sea tarde, escribir algo sobre la corrida de “Valdefresno”.

No voy a perderme en descripciones sobre lo sucedido, otros lo han hecho con más puntualidad y acierto, pero sí quiero dejar algunas reflexiones sobre un dato que a veces pasa desapercibido pero que tiene una importancia capital. Me refiero a la edad de los toros. En la de “Valdefresno”, de siete toros que salieron al ruedo, incluido el sobrero, seis habían nacido en los meses de agosto y septiembre de 2004, por lo tanto tenían poco más de 4 años. Tres tenían la edad mínima que exige el reglamento aragonés que está situada en 4 años y 1 mes. El primero, manso de carreta, que contaba con 4 años y 7 meses, fue un toro rematado y bien presentado que sirvió para demostrar que a sus hermanos menores les faltaba un hervor, en otras palabras, una hierba más. Cuatro años y cinco hierbas. Esta corrida hubiera estado cuajada, rematada y lista para la lidia en las ferias de la próxima primavera, ahora, en Zaragoza, ha resultado 'anovillada' en todos los aspectos: remate, fuerza y comportamiento.

El nombre con el que debería de haberse anunciado esta corrida de “Valdefresno” es de 'novillos-toros', porque los animales que se corrieron estaban en ese limite en el que el novillo se hace toro, en donde la fuerza y agilidad conseguida hasta ese momento se consolida, se redondea, se cuaja, se remata y adquiere su plenitud. Aunque los modernos reglamentos autonómicos lo permitan, los aficionados debemos de exigir, sobre todo en las plazas de primera, el toro cuajado, como mínimo con 4 años y 5 hierbas, porque sabemos que no tiene el mismo mérito una cosa y la otra. Los que se sitúan en esa franja de transición entre la adolescencia y la madurez, y que no se puede determinar con el calendario porque cada toro tiene su propio ritmo de desarrollo, no es todavía un toro, es un 'novillo-toro' que debe rematarse para poder ser lidiado en una plaza con la categoría de “La Misericordia”. A las cosas hay que llamarlas por su nombre y los que se lidiaron ese día, tal y como mostró su presentación, no reunían el trapío exigible en una plaza y en una feria de primera, no eran todavía toros... eran 'novillos-toros'.

Destacar que hubo un 'novillo-toro' magnífico, el 5º, “Buscatodo”, negro, con 543 kilos, y 4 años y 1 mes de edad, que no fue castigado en varas y resultó un filón para la muleta. Se venía de lejos, metía la cara, tenia recorrido… se toreaba él solito… como vulgarmente se dice: “se le caían las orejas”. Tuvo la mala suerte de que su matador fuera Antonio Barrera…

1 comentario:

  1. Estoy completamente de acuerdo con usted sobre esta corrida de toros, o más propiamente novillada. Debe ser que la empresa estaba arrepentida por habernos escamotado la novillada de la feria. La seriedad de los toros, más que en los kilos o en los pitones está en la edad y el trapío y esta corrida no tenía ni lo uno ni lo otro. Saludos

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