En uno de los programas radiofónicos taurinos del pasado domingo escuche una entrevista con el diestro Diego Urdiales. Este año, decía, podría cerrar la temporada con unas 25 corridas toreadas, todo ello a raíz de su éxito en Madrid, en donde entró por la puerta de la sustitución y fue uno de los triunfadores de la Feria de San Isidro. En estos meses, comentaba, va a torear más que en toda sus trayectoria como matador. El año pasado se vistió, recordaba, 3 tardes de luces, en el anterior ninguna... Pero no voy a contar la historia es este buen torero arnedano, si les interesa, pueden enlazar con su página Web "Diego Urdiales"... Prefiero quedarme con una reflexión sobre sus palabras y, en particular, con la relación de su éxito madrileño, la primera corrida de la temporada que tenia oportunidad de torear, y las tardes que se ha vestido de luces desde entonces.
Una de las reglas del planeta taurino era que a quién triunfaba en Madrid se le abrían las puertas de todas las plazas España. Hace unos cuantos años, con la llegada de los “exclusivistas” y los “trust” taurinos, esta ley perdió su vigencia, un triunfo en Madrid, por grande que hubiera sido, ya no servía para nada, pues los carteles de todas las Ferias se cocinaban en los despachos al comienzo de la temporada y, de esta forma, una de las leyes eternas de la tauromaquia, la que premiaba a los toreros que se ganaban su derecho a torear en la plaza, era sustituida por otra en la que primaba, ya no los merecimientos y la valentía probada en el ruedo, sino una campaña publicitaria bien orquestada y bien engrasada económicamente.
Este sistema sigue imperando en la actualidad con mucha más crudeza que la de los primeros tiempos, por eso llama la atención cuando alguien consigue romper el cerco y se introduce en ese mercado selecto, aunque sea para recoger las migajas a cambio de pechar con lo que no quiere nadie, pero, para alguien que el año pasado intervino en 3 festejos, y el anterior en ninguno, torear este año 25, es una recompensa más que merecida. Ojalá que casos como este no fueran tan rara excepción, porque una de las leyes de oro de la Fiesta, como es la justicia con los que se lo ganan en el ruedo, por desgracia, hoy por hoy, y desde hace mucho tiempo, no se cumple. Si se recupera la justicia de premiar a los que triunfan, los tejemanejes de los taurinos se verían perjudicados y las cosas podrían tomar otro rumbo, porque para poder aprovechar estas oportunidades hay que ser buen torero, y si hay justicia para premiar a los mejores, y todos tienen posibilidades, los mejores se irán seleccionando por si mismos, por ley natural, como siempre ha sido, en el ruedo y ante el toro: los triunfadores seguirán el camino hacia el éxito, y los menos diestros quedaran apeados de ese viaje.
Por eso, porque es un buen torero, está aprovechando sus oportunidades Diego Urdiales, y ojalá siga teniendo muchas más, por eso mismo, porque es buen torero... Y, así de golpe, me viene a la memoria mi amigo y compañero Ángel Cabrera, estará contento con esta recompensa ganada a pulso, habrá visto colmada tanta esperanza depositada: cuantos viajes siguiendo sus andanzas, cuantas veces nos ha hablado de él, cuantas “ebulliciones toreras” le ha provocado desde que lo vio de novillero en su Arnedo natal, cuantas sensaciones expresadas a borbotones en sus escritos. Me alegro por los dos, por Ángel y por Diego, y ojalá el viento siga soplando en la buena dirección.
En la corrida de Tudela, en donde se lidió ganado de “La Quinta” bien presentado y con edad, le correspondieron los dos mejores toros , el saludo de capa a su primer toro fue de categoría, y las dos verónicas y la media, a la salida de la vara, en mi opinión, lo mejor de la tarde. El 5º, Coquito, en mi opinión el mejor toro, bravo en el caballo, en la vara que tomó empujó y se enceló, y más que noble en la muleta, pero... y siempre hay un pero... un maldito pero... sin poder, sin fuerza... como toda la corrida. En ambos toros se vio imposibilitado de bajarles la mano por la extrema flojedad de sus oponentes y las faenas quedaron como quedaron... a unos les gustaron más y a otros menos, pero ya se sabe, cuando el toro cojea, se tambalea todo el entramado artístico de la Fiesta. Si tres son las características que debe de tener un toro para ser apto para la lidia: bravura, nobleza y poder, -aunque yo incluiría también, dados los pocos escrúpulos de los profesionales para la manipulación y el fraude, la integridad de sus defensas y de su anatomía-, los toros de “La Quinta” que se lidiaron en Tudela fueron bravos, en la medida de los que se puede medir con una vara, y tuvieron nobleza a raudales, pero les faltó poder -lo que el propio ganadero reconocía en otra entrevista radiofónica, aunque el lo llamaba, utilizando la nueva jerga taurina, “motor”- . A pesar de la flojedad del ganado, los toreros pudieron triunfar los tres, solo lo hizo Diego Urdiales, que estuvo digno en sus dos toros -¡¡¡y receto una estocada de libro a su segundo oponente!!!-, los otros dos alternantes, Antonio Barrera y Juan Bautista, dejaron pasar otra oportunidad.
Y ya... lo dejo. Cargo un vídeo publicado por “LcbTV” que resume la actuación de Diego Urdiales en sus toros... Véanlo, si lo desean y... ustedes mismos... Para los que quieran una crónica más detallada, enlazo con la escrita por David Díez en la Web de “La Cabaña Brava” bajo el título “Conradi en el filo”.
Lo poco “toreao” que esta, - y no es por su culpa – lo explica muy bien Mariano…, bajo mi punto de vista, se le nota mucho, va “atropellao” le falta cruzarse y “esa” manía de “agarrarse” a los cuartos traseros del Toro….
ResponderEliminarEsta claro que son defectos mínimos tal como esta el escalafón, tal vez este en Novillero con ganas, pero después de lo visto, no me va a molestar en ningún cartel de las Ferias y/o Festejos que faltan este año.
La composición de los Carteles, hay que ganárselos en las Plazas,…Toros y Toreadores…, y no donde todos sabemos y/o imaginamos.
Salud y suerte.
Yo vi algo muy distinto a lo que vió Cárdeno. Dos verónicas en su primero que para sí quisiera el propio Morante: Y un final de su segunda faena con sabor sureño, relajado hundido en los riñones de muchos quilates propio de Despeñaperros "pá" bajo. Creo que este torero molestará. Enhorabuena torero.
ResponderEliminarDesdeLinares.