"Vuelve la actividad a mis dependencias, y con ella mi alegría. Aunque sólo sea por un día, con motivo de un Festival Benéfico que se va a celebrar el próximo domingo, vuelvo a sentir la vida dentro de mi: puertas que se abren y cierran, trajinar en los corrales, voces, ruidos y olores conocidos. Ya hace casi dos meses que se dio la última función y parece que ha pasado una eternidad. Además, en estas fechas otoñales, recién acabada la temporada, donde los días se acortan de golpe y es noche la mayor parte del día, estoy más sola que nunca... ¡y aún me queda todo el invierno por delante! Por eso estoy contenta esta semana, porque salgo de mi adormecimiento y vuelvo a cumplir con mis obligaciones, y esta vez por partida doble, para acoger una función de toros y, haciendo honor a la institución que me creó y me dio el nombre de "La Misericordia", para reportar algún beneficio a un niño necesitado. Ojala mis tendidos se vean colmados de público y el éxito sea también doble, en lo artístico y en lo económico.
Muchos Festivales Benéficos he acogido a los largo de mi historia, de época reciente me acuerdo de los de Atades, durante muchos años significaba la apertura de mis puertas al público, y este acudía ansioso de ver toros. Fermín Murillo, una vez retirado de los ruedos, y durante 33 años, fue el alma que lo mantuvo vivo, el mismo participó en las primeras cinco ediciones, grandes maestros retirados dictaron lecciones magistrales, figuras de la época que se estaban poniendo a punto acudían a su cita y noveles que despuntaban fijaban la atención de los aficionados. Y lo que disfrutaban aquellos muchachos de la institución que salían a dar una triunfal vuelta al ruedo con los toreros cuando les entregaban una placa... Desde hace unos cuantos años no se hace... Es una auténtica pena.
En en Festival del próximo domingo hay un aliciente que lo hace especial para mí. Vuelve a torear y matar un novillo Raúl Aranda, uno de los toreros más artistas y puros que ha dado la región aragonesa. No es que hayamos dejado de verlo porque sigue en activo, de subalterno actúa muchas tardes en mis dependencias, y sigue conservando poderío y saber -demasiado a veces- con el capote, aunque con las banderillas... habría que eximirle de ese trámite. Pero ese es otro tema, hablemos de lo que nos ocupa, de Raúl Aranda matador de toros. Porque han sido muchas las tardes buenas de este torero aragonés en el coso que lleva mi nombre, también las hubo malas, por supuesto, pero las buenas fueron buenas de verdad, y los triunfos, nunca regalados, más que merecidos, y así durante muchas temporadas.
Y pensando en Raúl los recuerdos me llevan a otro gran Festival Benéfico en el que también participó, hace muchos años, 25 se cumplieron este otoño. Fue un magno festival en memoria de una buena persona que llegó a ser un modesto profesional del toreo, estoy hablando de Miguel Peropadre "Cinco Villas", torero honrado a carta cabal, que había fallecido en accidente de tráfico ese mismo verano al volver de una capea en donde había ejercido de director de lidia. Fue una pena muy grande, porque Miguel pasaba mucho tiempo en mis dependencias, era la alegría de los entrenamientos que se hacían en en mi albero cada tarde, el compañero ideal, el que acogía a los nuevos, el amigo... y a su muerte dejó muchos. Ese día la plaza presentaba una excelente entrada, y si así se homenajeaba la memoria de un torero en los tendidos, no menor fue el homenaje en el ruedo, porque ese día estuvo cumbre un torero de Madrid que ya era predilecto de los aficionados de "La Misericordia", y que había sido el triunfador de la recién acabada Feria del Pilar: José Cubero "Yiyo". Ese día Raúl estuvo bien, en su linea, una oreja ganada a ley, pero "Yiyo" bordó el toreo. Fue una de las faenas más bella, completas y mejor rematada que recuerdo haber visto en mis propias dependencias en los últimos tiempos. Hasta me acuerdo de la fecha, 22 de octubre de 1983... ¡Si!... ya sé que se trataba de un Festival, pero no por eso dejó de ser una faena perfecta... o al menos así la recuerdo yo.
Aquel año había sido muy ajetreado, de cambio total en mis dependencias, había obras por todas partes, parecía la guerra, obras en los corrales, las cuadras, las viviendas del conserje y el corralero, pero a su término mi aspecto, y mi salud, había mejorado considerablemente. Por ese motivo durante la primera parte de la temporada sólo se celebró una corrida, el 29 de mayo, en la que destacó un joven torero aragonés que había tomado la alternativa un año antes aquí mismo, Enrique González "El Bayas", natural de Tarazona de Aragón. A lo largo de su trayectoria taurina tuvo grandes tardes en Zaragoza, en otro momento nos ocuparemos más detenidamente de algún retazo de su historia. Ese día "El Bayas", que era un gran estoqueador, cortó dos orejas y destacó por encima de las figuras que se acartelaron con él, "Antoñete" y "Manzanares", ambos se fueron de vacío... Pero estábamos hablando de festivales... se me va la... Estábamos hablando de un Festival en el que torea Raúl Aranda, un Festival Benéfico que se celebrará el próximo domingo, día 14, a las 11 de la mañana, en mis dependencias de "La Misericordia"... Empiezas a recordar cosas y unas te llevan a otras, y así sucesivamente, y... y ya es hora de acabar por hoy."
“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala
viernes, 12 de diciembre de 2008
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