“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

miércoles, 1 de abril de 2009

¡VAYA CORRIDÓN!

- Hola don Pepe.
- Hola don José.
- ¡Qué! Como cada año, ha sacar el abono ¿no?
- Eso mismo. Y usted... Supongo que vendrá a lo mismo ¿no?
- Pues claro. ¡Que cosas tiene!
- Las cosas las tiene usted, don José. ¿Qué voy a hacer si no en esta fila?
- Era una forma de entablar conversación, don Pepe.
- ¡Pues eso! Entablada queda.
- ¿Y qué me dice usted del comienzo de la temporada? Apunta bien ¿No le parece?
- Sobre todo la corrida de toros. ¡Vaya corridón!
- Eso mismo digo yo. ¡Vaya corridón!
- Ya tengo ganas de que llegué el día de marras...
- Pues no vea las que tengo yo, don Pepe, es un comienzo de temporada importante.
- En eso, y sin que sirva de precedente, estamos de acuerdo, don José, un comienzo de categoría.
- Un cartel de lujo.
- En cuanto a los toros, porque los toreros dejan un poco que desear...
- ¿Cómo que los toreros, si precisamente ahí es donde radica la fuerza del cartel?
- ¿Pero es qué se ha vuelto usted regionalista, o qué?
- ¿Cómo qué regionalista? No le entiendo.
- Porque de Aragón son todos los que torean ese día, don José.
- Vamos a ver, don Pepe. ¿De qué me está hablando usted?
- Del pedazo de corrida de toros que se programa para el domingo 26 de abril, de la Concurso...
- Yo no le hablo de la Corrida Concurso, don Pepe. Me refiero a la del dia 25 de abril, día de San Marcos, el santo más taurino de los que existen en el santoral...
- Ya sabe que yo de santos entiendo poco, don José... Y ya me parecía extraño estar de acuerdo a las primeras de cambio.
- Pero no me puede negar que es un cartelón, uno de los buenos que se pueden programar esta temporada: Con el aliciente de la presencia del torero más mediático del momento, "Cayetano"; la del que causó sensación el pasado año y que por mor de no se qué desavenencias no compareció en la pasada Feria del Pilar, Miguel Ángel Perera; y la siempre agradable comparecencia de un torero como la copa de un pino, muy querido por los aficionados de Zaragoza, porque aquí tomó la alternativa, y más en esta temporada que anda de despedida, Luís Francisco Esplá.
- ¡Amén! Es que no estamos hablando de la misma corrida, don José. Usted me habla de ese montaje con los 'perritoros' de Algarra...
- ¿Cómo que perritoros? ¡Un respeto, don Pepe, qué todos los toros tienen su peligro!
- Unos más y otros menos, don José. Unos más y otros menos.
- Y para hacer el toreo artístico que a mi me gusta, como a muchos otros aficionados, se necesita el toro...
- Colaborador y convenientemente disminuido que se estila en las corridas de los figuras...
- ¡No se pase, don Pepe...! De lo que estoy seguro es que esos toros que se lidiaran en la Corrida Concurso del día siguiente podrán tener presencia pero no sirven para elaborar el toreo artístico que nos gusta a los que tenemos el paladar acostumbrado a saborear lo bueno.
- Pues le recuerdo que usted, don José, el pasado año bien que se emocionó y disfrutó como un enano en corrida semejante.
- Sí, pero no vaya usted comparar lo uno con lo otro. Me emocioné como se emociona uno contemplando una competición deportiva, pero arte, lo que se dice arte... Para eso se necesitan otros mimbres, don Pepe.
- Y seguro que esos mimbres los tienen los 'perritoros' mencionados ¿no? Pues ya lo veremos y compararemos lo visto uno y otro día después de ver ambos festejos.
- Así lo haremos, don Pepe, porque con las alimañas que suelen salir en ese tipo de corridas que a usted tanto le gustan poco se podrá hacer. Pero si tiene suerte "Cayetano", si rompe a bueno algún toro de su lote, no habrá duda, porque el chico de "Paquirri", cuando está inspirado, tiene el arte y el duende del abuelo y del bisabuelo materno juntos.
- Quisiera recordarle, don José, que tanto “El Niño de la Palma”, que era el bisabuelo; como el abuelo, el gran Antonio Ordóñez, con mucha más asiduidad y poderío, cada uno en su momento, lidiaron toros de estas o parecidas ganaderías sin hacer remilgos ni vetarlas cuando la ocasión lo requería. Vayan un par de ejemplos para ilustrar lo que le digo: El bisabuelo, cuando debutó en Zaragoza en 1925, lo hizo con toros de “Concha y Sierra”; el abuelo, después de tomar la alternativa con toros de Galache, en Madrid, en 1951, en las tres siguientes corridas que toreo, recién estrenado el doctorado, se enfrentó a dos corridas de Pablo Romero y una de Prieto de la Cal que, precisamente, ambas están anunciadas en la Concurso d este año. Y un detalle más, cuando Antonio Ordóñez se presentó en Zaragoza como matador de toros, en la Feria del Pilar de ese mismo año, lo hizo ante toros de Javier Moreno, el 14 de octubre, y de "Concha y Sierra", el 17. ¡Ahí es nada! Y con esos o parecidos toros, abuelo y bisabuelo, han escrito algunas de las páginas más sublimes del arte taurino del siglo XX. Lo mismo que el nieto que, como quién dice, está en esto desde hace dos días y está más verde que una lechuga, y ya anda imponiendo ganaderías y compañeros de cartel.
- Pero los tiempos han cambiado y las cosas no son como antes, don Pepe.
- Pues yo no quiero cambiar, don José. El arte grande se hace con toros importantes, y lo que se hace ahora con los toritos ‘a modo’ del momento, como mucho y siendo benévolo, no pasa de boceto.
- ¿Pero...?
- ¡Ni peros, ni peras...! Esa obra artística que busca sólo la puede encontrar en la Corrida Concurso de Ganaderías del día 26 si un toro embiste con clase y enfrente hay un torero con capacidad y que sepa estar a su altura. Que "Cayetano", como sus antepasados, se apunté a esta corrida y demuestre su capacidad lidiadora y artística. Si eso ocurre seguro que nos poníamos de acuerdo usted y yo.

2 comentarios:

  1. En toda la historia del toreo, los matadores que han podido elegir ganaderías, lo han hecho, así que aunque nos gustara que fuera de otra manera, no lo es. Y en cuanto a Antonio Ordóñez, las ganaderías puestas como ejemplo de bravura, son más que dudosas, de los galaches se decía que eran más dulces que el guirlache, los concha y sierras si de algo han tenido fama es de suaves y noblotes, amén de parados y sosos en el último tercio, como en general todo lo vazqueño, y Pablo Romero, llevan atravesando un bache de 60 años.

    ResponderEliminar