“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

lunes, 30 de junio de 2008

La coleta

Hace poco tiempo, apenas unos días, presenciando una corrida de toros en la plaza de una ciudad que no viene al caso nombrar, se situó en el ruedo, delante de la localidad que yo ocupaba, en espera de la salida de uno de los toros de su matador, el subalterno que porta la coleta que refleja la fotografía que ilustra esta entrada.

Me llamó la atención semejante coleta. Al contemplarla, lo primero que me vino a la cabeza fue preguntarme: ¿Cómo se sujetará la coleta este subalterno? Tres respuestas se ordenaron inmediatamente en mi mente:
a) La lleva pegada en la montera.
b) La llevará pegada a la cabeza.
c) Es natural, como la de los mandarines.

De las tres hipótesis, la primera me parece la más lógica. Es la más cómoda, si todos los toreros, salvo rarísimas y contadísimas excepciones, utilizan un postizo sujetado en el pelo, ¿qué más da que en vez de en el pelo se sujete en la montera? Lo de llevarla pegada el cuero cabelludo, además de engorrosa, es una solución sucia y complicada, porque entre en acción un elemento como el pegamento, al que hay de manejar con cuidado y respetando unos tiempos de secado, para no plingarse. Otra argumento que avala esta tesis es que el uso continuado de pegamento en el cuero cabelludo no puede ser bueno para la salud del mismo; y otra razón no menos importante que, aunque no es mala para la salud, si lo es para el bolsillo, porque el postizo, con tanto pegar y despegar, se deteriorara más rápidamente y habrá que sustituirlo con más frecuencia, con el consiguiente gasto. La más torera de las tres hipótesis, y la más llamativa, sería la tercera, llevar una coleta de pelo natural, como los toreros antiguos, aunque no creo que sea esta la solución adoptada, porque el patrón de cabeza rapada y coleta de pelo natural no creo que sea del gusto de los toreros. Por estas razones, entre otras, me inclino por la primera solución: coleta pegada a la montera.

En el último toro de la tarde estuve pendiente del tercio de banderillas, pues este subalterno, que iba como tercero de la cuadrilla de uno de los matadores actuantes, tenía que entrar en el segundo par. Mi deseo era que pusiera un gran par y que tuviera que desmonterarse para recoger la ovación del respetable, de esa forma, y por añadidura, podría cerciorarme de cual era la solución verdadera de este enigma. No pudo ser, entró al par que le correspondía, pero lo hizo de forma atropellada y sin tener en cuenta que en el anterior el toro había echado la cara arriba y, como era de prever, hizo lo mismo en este segundo. No prendió ningún garapullo, fue como si rebotaran, salieron volando cada uno por un lado distinto del costillar y, más que ovacionado, fue pitado…Y yo me quedé con las ganas de saber la solución del enigma de la coleta.

Nota:
Si alguno de ustedes, señores lectores de este Blog, ven una día cualquiera, en una plaza cualquiera, en una corrida cualquiera… un subalterno que se corresponda con el que muestran las imágenes contiguas y, por casualidad, lo ven desmonterado o desmonterarse, les agradecería que me lo comunicasen para salir de la duda.

viernes, 27 de junio de 2008

Parar, templar, mandar y... ¡¡¡gol!!!

Así, siguiendo las normas clásicas del arte de torear, consiguió ganar el partido, y clasificarse para la final de la Eurocopa, la Selección Española de fútbol en el día de ayer.

No es que sea este un espacio para hablar de fútbol, raras veces, y en situaciones muy puntuales, se hace. Esta es una ellas porque el juego desplegado por la Selección en el día de ayer, sobre todo en el segundo tiempo, se ajustó perfectamente al espíritu de las normas clásicas de torear que, como reza el titular de este artículo, no son otras que: parar, templar, mandar y… ¡¡¡gol!!!

Pero vayamos por partes y centrémonos en unos pocos detalles que, por su inspiración, belleza plástica y milimétrica precisión, no desmerecen de algunos de los momentos más sublimes de los grandes artistas del toreo. A destacar, en primer lugar y sobre todos, la secuencia del segundo gol: Ramos recoge un balón suelto en el pico derecho del área, mira y manda un pase templado a la corona del área, lugar en donde se encuentra el 10, Fábregas, que viendo llegar el balón, con toda la naturalidad del mundo, como si la cosa no fuese con él, adecua el pie de la forma precisa para mandar un pase inverosímil y perfecto al mismo punto de penalti, en donde aparece Güiza que, con más naturalidad incluso que su compañero, se recrea en la suerte, para el balón con la derecha, templa la salida del portero y le manda una suave vaselina que lo supera por arriba.

Así contado no pasa de ser la narración de un buen gol, como tantos que se producen en otros tantos campos de fútbol, pero visto en directo, en el campo o en la televisión, a tiempo real, es un golazo. La precisión de las líneas de los pases, la fugaz aparición del pie de Fábregas, cambiando la trayectoria del balón -cargando la suerte, como si de un trincherazo del Faraón de Camas se tratara- hacía la posición más inverosímil, vigilada y comprometida del área, cosa que causó perplejidad y sorpresa en los defensas rusos y permitió a Güiza, atento, como un depredador, a las vacilaciones del contrario, tener esa milésima de segundo para pensar delante de la cara del toro… -perdón, del portero quería decir- y mandar al fondo de las mallas el segundo gol de España. Fue el momento mágico del partido, el que lo rompió definitivamente, a partir de ese momento el toro… -perdón de nuevo-, los rusos se entregaron.

El tercero, con los contrarios ya entregados a la técnica, el arte y la torería de los españoles, fue otro golazo: Iniesta recibe un balón en la banda izquierda, a la altura de la medular del campo español, otea el horizonte y da un pase largo, al hueco, el balón corre la banda, llega con ventaja el 10, Fábregas, que la acompaña hasta el pico del área, con tranquilidad mira, observa la posición de sus compañeros y templa un pase medido al centro del área, por allí aparece Silva, que para la pelota con la derecha, se la acomoda y chuta con la izquierda. Fue como una estocada en todo lo alto, el partido se acabó en ese momento, aun quedaban más de quince minutos por jugar, pero la voluntad de los contrarios había sido quebrada por el juego, por la inspiración, por el arte, de los toreros… -que obsesión la mía-, de los jugadores españoles.

En el primer gol, Iniesta caracolea por el pico izquierdo del área y, cuando todo el mundo se esperaba un tiro a puerta, se para, mira y templa un pase al corazón del área que Xavi, entrando por el centro y adelantándose a los defensas, manda la pelota al fondo de la red. Quizás la belleza de este gol no sea la del segundo, maravillosa toda la secuencia, ni se acerque a la del tercero, pero sirvió para abrir el camino, para confirmar cual era el juego adecuado para derrotar a un fuerte y crecido enemigo, bravo y encastado, que se había venido arriba a lo largo del campeonato y se presentaba como un serio aspirante al título. Como a los toros poderosos hay que bajarles la mano para, primero, poderles y después torearlos con arte, con el equipo ruso había que seguir la misma táctica, bajar la pelota al piso y, utilizando los recursos de la técnica, vencer su superioridad física mediante juego corto, rápido, imaginativo, preciso y raso. Así se hizo y ahí esta el resultado, pudo haber más goles, por el buen juego, el dominio aplastante y las ocasiones perdidas... otra vez será. Suerte y que la inspiración, la precisión, el desparpajo, el arte y la torería de los jugadores españoles vuelvan a conjugarse en la final.

Como decía Pepe Luis, hay lances que se pintan en el aire, que son tan efímeros, de tan corta duración, que en cuanto termina su ejecución se empiezan a desdibujar, pero que te dejan el recuerdo de su belleza efímera para siempre. Eso ocurrió con el segundo gol de España. Si tienen la ocasión de verlo en algunas de las múltiples repeticiones que se harán de ese lance, fíjense, si no la recuerdan, en toda la secuencia, es como una tanda de muletazos ligados y rematados con el de pecho, las reglas eternas del toreo puestas al servicio del fútbol: parar, templar, mandar y… ¡¡¡gol!!!

miércoles, 25 de junio de 2008

Concurso de sartenazos

El auténtico concurso en la corrida de Barcelona fue el de sartenazos con la espada. Ni aun a propósito podríamos haber visto concurso tan bien surtido de tan infame manera de matar. A lo largo del festejo pudimos ver dos estocadas haciendo guardia, un metisaca en los bajos y varios bajonazos descarados. Más no podíamos pedir.

¿Y a que se debió tal profusión y variedad de sablazos?, se preguntaran ustedes. Pues a la forma de ejecutar la suerte por parte de los tres matadores, aunque se llevaron la palma Sánchez Vara, autor del metisaca infame en el quinto, y Javier Valverde, que firmó sus dos faenas con dos estocadas en los sótanos haciendo guardia. Si se ponen fuera cacho, apuntando a los bajos y pensando en salir de naja… pasa lo que tiene que pasar.

Para corroborar lo dicho, y aun a sabiendas de la baja calidad de las imágenes, les traigo el vídeo que ha publicado “LcbTV” en su contenedor de vídeos de YouTube. Para una información más detallada de la Corrida Concurso, enlazo con la crónica publicada en la Web de “La Cabaña Brava”-en donde también podrán ver los vídeos de la suerte de varas de los seis toros concursantes- bajo el titular: “¿Para qué se hace una corrida concurso en Barcelona?”.




Nota: Apuntar, puesto que no lo dice el cronista de "La Cabaña Brava", que todos los premios fueron declarados desiertos.

sábado, 21 de junio de 2008

Empieza la competencia

Ya hace casi 50 años, medio siglo que ha pasado como un suspiro, pero lo recuerdo como si hubiese ocurrido ayer. Fue el 27 de junio de 1959. ¡Qué gran día! Una vez más, yo, “La Misericordia”, volví a ser el centro del universo taurino, la plaza que estaba en todas las bocas, la que concitaba todas las miradas, la que centraba la atención de todos los aficionados del mundo. ¿Y por qué razón?, se preguntaran ustedes. Pues porque ese día comenzó, en mis dependencias, la competencia en los ruedos entre los cuñados más famosos de la historia del toreo; la que hizo correr ríos de tinta, antes y después de aquel encuentro, en la prensa taurina y las revistas de sociedad, como se denominaban entonces lo que hoy se conoce como prensa rosa o del corazón; la que originó la escritura de libros, tanto en nuestro país como en el extranjero; la que volvió a generar la polémica, ¡bendita polémica!, y la ilusión entre los aficionados; la que iluminó la cara de los empresarios que se frotaban las manos con el negocio que vislumbraban...

Pero… ¿Qué es lo que sucedió ese día?, se preguntaran ustedes, con la impaciencia característica de estos tiempos, por la largura de este preámbulo. No les falta razón, pero confió en que sabrán perdonar los rodeos de mi circunlocución, estoy tan sola durante tanto tiempo y, además, con la degradación de la Fiesta en esta época, añoró tanto los tiempos pasados que, cuando pongo en marcha la máquina de recordar, me pierdo por los recovecos la memoria y me dejo llevar por las sensaciones vividas, pero… vayamos al grano, porque su paciencia estará llegando al límite y no es cosa que después de llegar hasta aquí desistan de conocer el final de esta historia.

Como cada año, en la primera parte de la temporada, se anunció la tradicional Corrida de Beneficencia y, aunque todos los años se ofrecía un buen cartel, el de este era redondo, por la calidad y por la oportunidad, pues era el primero de la competencia que se estableció entre Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez esa temporada y que, de forma algo novelesca, llegó a denominarse “verano sangriento”. Como se pueden imaginar fue todo un acontecimiento en el planeta de los toros, una nueva competencia, como la de Joselito y Belmonte; unos recelaban y veían un montaje, un simple negocio; otros se creían trasportados a los días gloriosos de “la edad de oro del toreo”. La expectación, en los días anteriores a la corrida, era tremenda, y todos; famosos, artistas, políticos, mujeres, periodistas, escritores, aficionados y espectadores en general, querían acceder a mis tendidos para ser testigos del primer duelo en donde se jugaban el cetro del toreo dos cuñados que aspiraban al número uno, el consagrado hermano y el novel esposo de Carmina.

¡Sí…! Claro que voy a hablar de la corrida… aunque fue una pena que el juego del ganado desluciera tan esperado festejo y, como en tantas tardes de expectación, volviéramos a entonar esa popular misma que dice:
"Ya lo dijo Pepe Moros,
uno que trafica en cueros:
cuando hay toros no hay toreros,
cuando hay toreros no hay toros”.

Pues eso, a los toros de Arellano les faltó casta. Casta y sanidad. Muy flojos de manos, acusaron síntomas de glosopeda, pezuñas desprendidas, falta de poder añadida a la falta de bravura; garrochas en alto interrumpiendo el puyazo que el toro no resistía; mala costumbre de lidia moderna que hace posible el escaso toro moderno, porque el picador no debe retirar el palo, que para algo tiene el matador un capote de brega para quitar al toro del peligro del picador, quite a la inversa, y que si siempre me parece mal, esa tarde, con esos toreros, me pareció todavía peor.

Antonio Ordóñez toreó muy bien de capa su primer toro; con el capote torea como los ángeles y tiene elegancia, cosa que no tienen todos, aunque toreen bien, la elegancia es como la espuma del toreo. Con la muleta, a fuerza de buen toreo, le iba sacando al toro la pequeña dosis de bravura que tenía oculta. Muy buena faena, pero al matar se le fue la mano; esto de irse la mano se decía antes; ahora no se dice, porque ese suele ser el camino real de la mano, el de los bajos; cuando se les va la mano es cuando pinchan alto. Le dieron la oreja porque la faena la merecía y la estocada no cuenta. Su segundo toro se le metió por debajo al torear de capa y se le volvió a meter por debajo en la muleta; el toro le hizo unas cosas feas y Ordóñez abrevió; a cosas feas, estocada fea.

Luis Miguel se lució en su primero en un buen par al quiebro. Brindó el toro a Domingo Ortega, Antonio Márquez y Alfredo Corrochano, que estaban juntos en barrera, y poco más se puede destacar de su labor en este toro al que tuvo que cuidar para que no se derrumbara. En su segundo, un inválido al que se le cayeron las pezuñas enfermas de epizootia, nada pudo hacer, pues el toro llegó hecho un marmolillo a la muleta. Pero ahí no quedo la cosa, porque Luis Miguel, que tenía atragantada la oreja que le habían dado a Ordóñez antes que a él, y ante la invalidez y la enfermedad declarada de su segundo enemigo, solicitó lidiar el sobrero, que era de Samuel, y la corrida, que venía confusa y sin relieve, dio un giro que hizo que nos olvidáramos de los seis toros anteriores. Era uno toro peligroso, de eso que no derrotan en los remates sino en los comienzos del pase y cada arrancada era una sucesión de derrotes ligados. Pero dio con Luis Miguel que puso todo su saber, poder y querer en su lidia y no pudo desarrollar su mala condición, pero hasta que se murió, muy bien matado por cierto, hasta que le descabelló, no pudo el matador descuidarse un instante, porque el toro no descuidó sus derrotes a pesar de que el torero le hizo una faena para que los olvidara. El público, después de una tarde sin relieve, se entusiasmó y pidió los máximos trofeos, dos orejas y rabo.

Así, y aquí, comenzó esta competencia que tuvo continuidad en varias plazas durante ese verano del 59, en mi recuerdo queda como una de las grandes tardes que se han vivido en mis dependencias… Parece que fue ayer, pero ya han pasado casi cincuenta años… ¡Rediós, como pasa el tiempo!

miércoles, 18 de junio de 2008

El movimiento de los aficionados

Cuando hace un año comenzó su andadura el “Manifiesto de los Aficionados”, una idea estaba presente en todos los que apoyábamos esta iniciativa, conseguir movilizar y agrupar a los diferentes grupos de aficionados, desperdigados por la geografía taurina, que todavía seguían en el empeño de reivindicar una Fiesta digna, en torno a un ideario básico para la defensa de la integridad, autenticidad y justicia en la "Fiesta de los Toros".

No se trataba, en mi opinión, de crear una macro-organización de agrupaciones de aficionados ni nada por el estilo, hubiera sido demasiado complicado y poco efectivo, la idea era muchos más sencilla. Para defender reivindicaciones tan básicas como las propuestas tan solo hace falta el compromiso personal de hacerlo y, a partir de ese momento, defender ese ideario en el entorno de aficionados que cada uno frecuenta, concretarlo sobre el terreno, luchar por pequeños avances, hacer apología de lo bueno que ocurra, ser críticos ante las injusticias y el fraude y, para que todo ello tenga la máxima repercusión, unirse con otros grupos de aficionados con las mismas inquietudes, extender, como una mancha de aceite, el área de influencia de nuestras opiniones, ganar espacio en la plaza y fuera de ella. En definitiva, trabajar en cada sitio para que el espíritu del Manifiesto este presente y genere a su alrededor un apoyo cada vez mayor entre los aficionados.

Pero antes de seguir adelante es preciso calibrar cual es nuestra posición dentro del entramado actual de la fiesta de los toros. Es una realidad palpable que en estos momentos la afición esta atomizada, dispersa, diluida entre una masa aplastante de espectadores que son mayoría absoluta en los tendidos, sobre todo en los periodos feriales y, como el público sigue siendo soberano en la plaza, y los aficionados somos parte de ese público, tenemos la fiesta que tenemos, la que demanda la mayoría. También está muy claro de que lado están los medios de comunicación y nada, o muy poco, podemos esperar por su parte que tenga que ver con la regeneración de la fiesta, es más, son instrumentos de propaganda que utilizan los taurinos para defender sus intereses, al fin y al cabo no dejan de ser un negocio y lo que cuenta es el balance de resultados al final del ejercicio. Entre negociantes es fácil entenderse y, por eso mismo, no deja de ser curiosa la actual lista de ganaderos, muchos provienen del llamado “mundo de los negocios”, empresarios triunfadores en otros campos que han ido comprando ganaderías y han suplantando la figura clásica del ganadero de toros bravos, de su mano han llegado criterios muy distintos para la cría y venta del ganado. Como podemos fácilmente deducir, este cambio en las filas de los ganaderos tampoco va en la dirección que sería de desear para la recuperación de los diferentes encastes de la cabaña brava, ni la integridad del toro, ni el compromiso por una Fiesta auténtica. Aunque lo más preocupante de la situación actual es la actitud de los políticos que, en distintos grados, se ocupan de la Fiesta y en cuyas manos está la gestión y el control de la mayoría de las plazas de toros. Si esa actitud estuviera del lado de los postulados eternos, que no son otros que toros íntegros y toreros valientes, podríamos entrever una luz al final del camino y, como por lógica debería de ocurrir, estar aliados en ese viaje; pero, por desgracia, la mayoría de las actuaciones que siguen nuestros representantes públicos van en la dirección contraria, en vez de defender una Fiesta que forma parte de nuestra cultura y que, para asegurar su futuro, debería recobrar la pureza que la ha mantenido vigente durante siglos, se disfrazan de vulgares negociantes y subastan las plazas al mejor postor, con la nariz tapada, los ojos vendados, la mano tendida y sin importarles para nada las consecuencias de sus decisiones.

Ante esta situación ¿Qué podemos hacer un puñado de aficionados comprometidos con una idea de la "Fiesta de los Toros" que irremediablemente se está perdiendo? Poca cosa. Ojala tuviéramos la fuerza que, según cuentan las crónicas, tuvieron los aficionados en otras épocas, pero esto, hoy en día, no es así. Pero tampoco podemos quedarnos callados, resignados ante la catástrofe, de brazos cruzados o, simplemente, abandonar, como han hecho tantos y tantos aficionados que se fueron aburridos de la Fiesta. Los que todavía seguimos ilusionándonos, esperando, buscando y creyendo en la regeneración de la Fiesta de los Toros, por pocos que seamos, debemos alzar la voz, que se oigan nuestras razones, aún nos queda el arma de la palabra y esa no nos la pueden quitar.

Si hace poco más de un año, a la convocatoria de cuatro agrupaciones al “I Encuentro de Aficionados”, que tuvo lugar en Madrid, acudieron una veintena que se comprometieron con el ideario del “Manifiesto de los Aficionados por una Fiesta íntegra, auténtica y justa”, a lo largo del año trascurrido se han ido sumando numerosos apoyos, se han triplicado, y nuestras reivindicaciones están en boca de un mayor número de aficionados. Aunque sea pequeño, es un avance, es un paso más y por ese camino debemos proseguir. Para los más impacientes quizás sea poca cosa, pero si partimos de la situación de atomización en la que se encuentra la afición, cada vez más menguada, con menos peso en la plaza y, en muchos casos, dividida por pequeñas diferencias de concepto que poco tienen que ver con el fondo de la cuestión, conseguir que más de medio centenar de colectivos de aficionados se pongan de acuerdo en algo es un paso que merece la pena ser tenido en cuenta.

Hoy en día las reivindicaciones: "Nada tiene importancia si no hay toro. No al fraude" y “Por una Fiesta íntegra, auténtica y justa”, que resumen el ideario del Manifiesto, están presentes en muchas publicaciones impresas, Web’s y Blog’s de aficionados comprometidos con estas ideas y, en base a ellas, se articulan muchas de las informaciones y opiniones que se publican en nuestros modestos medios alternativos. En el “II Encuentro de Aficionados”, que tuvo lugar en Zaragoza durante el pasado mes de abril, se aprobó un “Decálogo de la Suerte de Varas”, como desarrollo y anexo del Manifiesto, que recoge nuestras ideas y propuestas para la regeneración de este tercio fundamental en el desarrollo de la lidia. De momento no podemos aspirar a mucho más, nuestros objetivos deben de ser, en la plaza y fuera de ella, generar debate, ofrecer información propia y aportar opiniones en base a nuestro ideario. Necesitamos ensanchar la base de los apoyos entre los aficionados, crear una corriente de opinión que cada día sea más fuerte, generar un movimiento que, desde los distintos puntos de la geografía del toro, y con las particularidades propias de cada uno, converjan en un mismo objetivo.

Para generar esa corriente de opinión, ese movimiento de los aficionados, es preciso hacer un trabajo, seguir un proceso. Es fundamental la labor de informar y opinar libremente, dar a conocer y defender nuestras razones y, para eso, contamos con las posibilidades que nos ofrecen los adelantos tecnológicos que, tanto en las publicaciones impresas, como en las digitales, nos han facilitado en gran medida este trabajo. Quiero centrarme, ante todo, en Internet, cada día más presente como medio de comunicación. Es un arma que ya utilizamos pero que debemos de reforzar todavía más. Estando presentes, como estamos, en muchos de los festejos que se dan a lo largo de la temporada, no podemos renunciar a ofrecer nuestra propia información y opinión sobre lo que vemos. Ya se hace, pero necesitamos más. Las fotografías, que desde hace tiempo cumplen una función destacada en la información digital, siguen siendo útiles, necesarias y nunca serán bastantes. Pero hay un elemento, el vídeo que -con la aparición de YouTube y similares, más las prestaciones de las nuevas grabadoras, la facilidad para la edición de las películas y el ADSL- ha cobrado gran protagonismo y se ha convertido en un instrumento de comunicación indispensable, en un arma de gran valor que debemos de potenciar. La utilización de todos estos recursos nos permiten mantener un frente de información y opinión alternativa en la Red, casi de tú a tú, con los medios oficiales, cosa que no es posible mantener con los medios impresos.

Es preciso utilizar todos los recursos, todos los medios de los que disponemos, buscar otros, imaginar nuevos cauces para remar a favor de nuestro ideario, para ensanchar nuestra zona de influencia. En cada sitio, con las particularidades propias del mismo, debemos trabajar por una misma idea de fondo, la integridad de la Fiesta, todos lo pasos que demos en esa dirección serán buenos, pero no creo que sea apropiado hacer una relación de actividades, slogan's o medidas de obligado cumplimiento, por todos y cada uno, en todos los lugares, es preferible intentar orientar el curso que la Fiesta sigue en cada plaza hacia nuestros postulados y ajustar las reivindicaciones a cada caso concreto. El trabajo particular de cada colectivo de aficionados en su zona de influencia, tanto en la plaza como fuera de ella; el agrandamiento de su base de apoyos; las conquistas, por pequeñas que sean, que se puedan lograr en cada sitio; la utilización de los resquicios que nos dejen abiertos; en definitiva, todo lo que hagamos por la regeneración de la "Fiesta de los Toros" será lo que dará fuerza a nuestras palabras, lo que consolidara nuestra postura, lo que irá generando esa corriente de opinión, ese movimiento de los aficionados "por una Fiesta íntegra, auténtica y justa".

martes, 17 de junio de 2008

Las reglas del toreo según “Desperdicios”


1- El cobarde no es hombre y para el toreo se necesitan hombres.


2- Más cogidas da el miedo que los toros.

3- La honra del matador se encuentra en no huir ni correr jamás delante de los toros teniendo muleta y espada en las manos.

4- El espada no debe nunca saltar la barrera después de presentarse el toro, porque esto es ya caso vergonzoso.

5- Arrimarse bien y esperar tranquilamente la cabezada, que el toro ciega al embestir y con un nada se evita el derrote.

6- El torero no debe contar con sus pies, sino con sus manos, y en la cara de los toros debe matar o morir antes que volver la espalda o achicarse.

7- Parar los pies y dejarse coger: éste es el modo en que los toros se asientan y se descubren para matarlos.

8- Más se hace en la plaza con una arroba de valor y una libra de inteligencia que al revés.


Nota: Manuel Domínguez Desperdicios nació en Gelves, Sevilla, el 27 de febrero de 1816. Comenzó su aprendizaje en el matadero de Sevilla y fue alumno de la Escuela de Tauromaquia. En 1835, actuando de media espada, tuvo un enfrentamiento con Juan León que le perjudicó en su incipiente carrera taurina, este incidente motivó su marcha a Montevideo. Después de 16 años, en 1852, regresa a España y reanuda su antigua profesión. Toma la alternativa, en Madrid, el 10 de octubre de 1953, en donde Julián Casas El Salamanquino le cedió el toro Balleno, de don Vicente Martínez, completando la terna Cayetano Sanz y Lavi. Su carrera se vio truncada el 1 de junio de 1857, cuando toreaba, alternando con El Tato, en la plaza de El Puerto de Santa María, Cádiz, en donde el toro Barrabás, de la ganadería de Concha y Sierra, le dio una cornada que le vació el ojo derecho. El globo ocular le quedó colgando fuera de la órbita, pero él entró por su pie a la enfermería, tapándose la cuenca del ojo con un pañuelo. Se dice, y de ahí su apodo, que al entrar a la enfermería les dijo a los doctores: “Esto no son más que desperdicios”. A los tres meses estaba repuesto y reapareció, tuerto, en Málaga, para la ocasión exigió que el ganado fuera de Concha y Sierra, obtuvo un clamoroso éxito, pero su carrera ya no remontaría el vuelo. Siguió toreando pero cada vez eran menos los contratos y, aunque nunca anunció su retirada oficial de los ruedos, dejó de torear cuando no tuvo ninguno compromiso que cumplir. Falleció en Sevilla el 6 de abril de 1886.

martes, 10 de junio de 2008

Mala Suerte

Desde mi Andanada de “La Misericordia”, situada sobre la puerta de chiqueros, suelo contemplar la suerte de varas a lo lejos, justo enfrente, al otro lado de la plaza, pero en la novillada del pasado domingo, aperreados por un novillo bravucón al que no supieron meter mano ni novillero ni subalternos, vinieron justamente hasta debajo de mi posición y pude ver, en primer plano, la brutal forma de ejecutar la suerte.

El novillo era el 4º de la tarde, "Cupletisto", de la ganadería de "Yerbabuena", con buena presencia, nacido en noviembre de 2004 y con 519 Kgrs. Era un torito que desde saltó al ruedo sembró el desconcierto. En ningún momento pudieron con él, ni Dámaso González -decían que con una cincuentena de novilladas a sus espaldas-, ni Javier Palomeque, el encargado de su lidia, en todo momento fue donde quiso e impuso su ley. En cuanto vio al caballo colocado en su posición habitual, el tendido 4, se arrancó por su cuenta y el picador, Ricardo Romero, cogido por sorpresa, marró en el intento y casi es descabalgado por el empuje de la embestida, salió suelto y casi arrolla a un monosabio. Cuando, después de larga porfía, consiguieron acercarlo de nuevo al caballo, se arrancó otra vez, por iniciativa propia, violentamente y empujó con fuerza, metiendo los riñones, desplazando a caballo y caballero bastantes metros, hasta los dominios del tendido 3, cuarenta segundos de fiera pelea. Salió suelto y, a sus anchas, se instaló cerca de los terrenos de chiqueros sin que hubiera nadie en el ruedo que pusiera orden. Como no podían llevar el novillo hasta el caballo, trasladaron el caballo hasta el novillo, justamente, hasta la vertical de mi posición en la plaza. Volvió a la carga y otra vez estuvo a punto de descabalgar al montado, que marró de nuevo. Aun entró una cuarta vez y fue la definitiva. El picador lo cogió bien cogido y bien trasero, lo enredó en las redes de la carioca y empezó su demolición, metiendo, barrenando, sacando, metiendo, barrenando, sacando, metiendo, barrenando, sacando, metiendo, barrenando, sacando… Cuando levantó el palo... el toro estaba listo.

Todo esto puede verse en el vídeo, realizado por “La Cabaña Brava”, que acompaña esta entrada.



Para más y mejor información de la novillada, enlazo con la Crónica de Corrochanito. El vídeo está alojado en el contenedor en YouTube de la Asociación, “La Cabaña BraVa de Toros”. La foto es de Josemi.

martes, 3 de junio de 2008

¡¡¡Vaya par de novillos!!!


Una máxima eterna de la tauromaquia volvió a cumplirse el pasado domingo, por desgracia, en la novillada de Zaragoza. “Cuando hay toros, no hay toreros”, sentencia el dicho y, una vez más, así fue. Saltaron al ruedo dos novillos, en 5º, Olivero, y 6º lugar, Caralegre, para emborracharse toreando, para olvidarse de la técnica y dar rienda suelta a la inspiración, dos novillos que, por su presencia, bravura y bondad, eran ideales para practicar el toreo puro, el que emociona y encoge los corazones, el que conecta con público y aficionados y los trasporta a ese estadio de belleza tan anhelado… No fue así porque ocurrió lo que casi siempre ocurre. Los aficionados, y el público en general, fueron impacientándose al observar como, una vez más, se iban al traste las ilusiones concebidas. La materia prima, de primera calidad, estaba en el ruedo, pero los encargados de moldear la obra no sabían trabajar con ese material.

La novillada de la Ganadería de Rehuelga estuvo correctamente presentada, y utilizo este adjetivo para reivindicar que la normalidad debería ser eso, novillos en tipo y astifinos. Los seis cumplieron con esta condición. En cuanto a presencia; unos fueron espectaculares, sobre todo el 5º, y en menor medida el 6º, como nos muestran las fotografías de Josemi; otros bonitos, como el 2º y el 3º; y correctos el 1º y el 4º. En conjunto, fue una novillada igualada y acorde con lo esperado que desarrolló un comportamiento variado y más que interesante. Baste decir, para subrayar este comentario, y no es poca cosa hoy en día, que la función se hizo corta, a mi me lo pareció y lo pude corroborar, a la salida, con la opinión de otros aficionados.

Quizás fuera una coincidencia, pero lo cierto es que los dos novillos de más trapío resultaron los de comportamiento más interesante. Ambos fueron bravos en el caballo. El 5º recibió una primera vara interminable, se enceló en el caballo y tardaron mucho en sacarlo del peto, acudió una segunda vez y cumplió. En la muleta fue superior, sobre todo por el pitón izquierdo, como había dejado adivinar en banderillas. Fernando Tendero, el novillero al que le había tocado en suerte, tardó en enterarse de esta condición, después de un par de tandas atribuladas con la derecha y unos cuantos enganchones, cambio a la mano izquierda y con ello también cambio el curso de la faena. ¿Para bien o para mal? Depende del color del cristal con que se mire. El novillo, al natural, metía la cara con clase y tenía varias series de las buenas, para torear de verdad, para dominar y obligar, para dejarle puesta la muleta y ligar los pases, cuatro, cinco, seis… los que fueran, los que el saber y el poder del aspirante hicieran posibles, porque el novillo tenía cuerda y, además, era tan clara la condición, tanta la bondad del novillo… que hasta el público se percató… y eso es lo malo en estos casos. Todo se quedó en una serie de tandas, más o menos ligadas que incluso, hacia el final de la faena, fueron musicadas. Una estocada baja acabó con Olivero, que en el arrastre fue ovacionado, y con la ilusión de los aficionados, pero aún quedaba uno y la esperanza, en los toros, es lo último que se pierde.

Y, por fortuna, así ocurrió. El 6º, medio punto por debajo en trapío que el anterior, quizás porque era seis meses más joven, ofreció un comportamiento mejor en el caballo, podríamos poner medio punto por encima, tomando una primera vara larga, metiendo la cara y empujando con los riñones, en la que sacó a caballo y jinete más allá de las líneas blancas, hasta el tercio, y sin dejar de empujar lo volvió a llevar hasta su sitio, entró a una segunda vara en la que cumplió con creces. En banderillas se vino arriba, y con él los de turno, sobre todo Bernardo del Valle "Vallito", que se cuadró, citó, dejo venir al novillo, lo cuarteó con elegancia, prendió en todo lo alto y salió del encuentro airoso y garbosamente. Se desmonteró, gustándose y cargando la suerte en el saludo, junto con Alfonso Carrasco que, aún por debajo de su compañero, también lo hizo bien. En la muleta el novillo aún fue mejor que el anterior, embistiendo con claridad y largura por los dos pitones, pero el novillero al que le cayó en suerte, o en desgracia, Diego Lleonart, le arruinó la tarde a él y a todos los presentes. Si Tendero había compuesto, más o menos, una faena que le valió algunas ovaciones, petición y una vuelta al ruedo; Lleonart no se enteró, o lo que es todavía peor, no supo. Dio pases y más pases sin sentido, despegado y fuera cacho, más obligado por las nobles embestidas del propio novillo que por su planteamiento de faena. El público veía como, por segunda vez en una misma tarde, el excelente novillo que cerraba la tarde se iba al desolladero sin torear. ¡Maldito toreo moderno! Con la espada pegó un mitin. Dio una vuelta al ruedo pegando sablazos, hasta cinco, y descabellos, hasta que el novillo, aburrido, fue a morir a los medios, y con la boca cerrada.

Este mismo diestro tuvo la suerte de cara, o de espaldas, según se mire, porque el primero de su lote, el 3º, salvo el defecto de embestir con la cara alta, fue noble hasta decir basta. Tampoco lo aprovechó. De haber estado a la altura de sus dos novillos podía haber conseguido un triunfo grande, lo tuvo en la mano. Lo que consiguió fue mostrar sus carencias y hacer realidad otra vieja máxima de la tauromaquia, “los buenos toros descubren a los malos toreros”, así fue, una vez más se cumplió el dicho.

El 2º, bonito, encastado, con nervio, creo más problemas que sus hermanos, aunque si hubiese recibido una lidia más ordenada podría haber sido distinto su comportamiento posterior. Desde que saltó al ruedo estuvo campando por sus respetos; no hubo forma de fijarlo, antes de la primera vara recibió un montón de mantazos, a cual peor; acudió por libre al montado de turno y tomó dos varas por su cuenta; en banderillas, más de lo mismo, carreras y descontrol. En total… llegó a la muleta enterándose y mirón, los apuros en los que puso a Tendero vinieron más por quedarse el novillero descubierto y descolocado después de cada pase que por la peligrosidad del novillo, necesitaba dominio y mando y se encontró con pases sueltos y deslavazados. ¡Maldito toreo moderno!

Alberto Lamelas tuvo peor suerte con su lote, el 1º fue el más complicado, miraba y cortaba el viaje por los dos lados, se despistaba con cualquier movimiento en el callejón, amenazaba con la cornada pero no la tiraba... quizás tuviera un problema en la vista. El novillero pudo equivocarse al comenzar la faena con un pase cambiado en el que el novillo lo vio y casi lo arrolla, se libró por los pelos, a partir de ese momento el utrero se descompuso del todo y el novillero también. El 4º, que de por sí era el de menor presencia del encierro y, además, dejó entrever algún atisbo de mansedumbre, fue masacrado en el caballo, y no es que el picador se ensañara con él, fue limpiamente, cuando el novillo acudía, con alegría, a su primera vara, recibió un lanzazo tremendo en el costado que lo derribó fulminantemente. El novillo se repuso de la agresión pero quedó inválido para la lidia. Lamelas se lució en un quite que fue aplaudido, dos verónicas y la media, en el de la jotica.

Al salir de la plaza, desencanto y alegría. Desencanto al comprobar que las máximas eternas de la tauromaquia se siguen cumpliendo y que la excepción que las confirma no hubiera tenido lugar, esa tarde, en Zaragoza. Que le vamos a hacer, otra vez será, pero no por eso no voy a dejar de maldecir el toreo moderno, el que obnubila las mentes de los toreros y les cierra los ojos ante los toros buenos. Es un cáncer, tanto o más grande, que la manipulación fraudulenta del ganado. Alegría de haber presenciado una novillada bien presentada, astifina, encastada, brava, que dio juego, ofreció posibilidades de triunfo y desenmascaró las carencias de los novilleros. Pero, sobre todo, porque me deja el recuerdo de dos novillos sensacionales, Olivero y Caralegre, de la Ganadería de Rehuelga, que se fueron sin torear. ¡¡¡Vaya par de novillos!!!

Nota: Para los que estén interesados, en la página Web de "La Cabaña Brava" están alojados los "Vídeos de los novillos Olivero y Caralegre", a los que se hace referencia en la presente entrada.

jueves, 29 de mayo de 2008

Con divisa verde y oro - Concha Piquer

Hace muy pocos días, el 23 de mayo, se cumplió el tercer aniversario de la muerte de la "ganadera salmantina" a la que está dedicado este magnífico pasodoble. Pilar Sánchez Hernández, que había nacido en 1907, era hija de uno de los ganaderos más importantes del campo charro de mediados del pasado siglo, Paco Coquilla, por eso, en los ambientes taurinos de Salamanca y de España entera se la conocía como Pilarín Coquilla. Fue una mujer moderna, de ideas liberales y costumbres avanzadas para su época, montaba a caballo, participaba en las tientas, toreaba, fumaba, conducía coches y, además, era guapa. Fue tal su personalidad, y tanto su prestigio entre ganaderos, toreros, artistas y aficionados, que su popularidad trascendió al pueblo y su memoria, no sólo quedó inmortalizada en esta maravillosa copla, creación de Concha Piquer, y original de Quintero, León y Quiroga, sino también en un retrato de Daniel Vázquez Díaz, para quién posó, en 1949, como modelo de un cartel de toros, en esto también fue pionera. Los toreros que acudían a tentar a su finca ponderaban sus encantos y más de alguno bebió los vientos por ella. Nadie supo entonces, cuando se estrenó la copla, que la "ganadera salmantina" de la que hablaba era Pilarín Coquilla, ni tampoco que ese “chiquillo de Osuna que quería ser torero” pudiera ser Joaquín Rodríguez Cagancho, el torero gitano del que dicen que quiso conquistarla para siempre y que a punto estuvo de conseguirlo. Pero para profundizar sobre este tema y hacerse una idea más clara de lo que representó esta mujer en aquella España de mediados del siglo pasado, de sus opiniones y vivencias, o de la la historia de su ganadería, enlazo un interesante artículo que fue publicado en la Web "El Chofre", bajo el titulo “Pilar Sánchez Hernández, Pilarín Coquilla, con motivo de su muerte. Esto, además, me permitirá alargarme en otros aspectos relacionados con este pasodoble y sus creadores.

“Con divisa verde y oro”
era un número que formaba parte del espectáculo presentado por Concha Piquer, en 1953, “Salero de España” y, desde ese mismo momento, se convirtió en una de las canciones emblemáticas de su repertorio. Lo habían compuesto esa maravillosa “cuadrilla de la copla”, ese triunvirato de compositores de “canción española” que tantos y tan grandes éxitos cosecharon y que respondían a los nombres de: Antonio Quintero, comediógrafo, guionista y autor de sainetes costumbristas; Rafael de León, poeta y letrista; y Manuel López-Quiroga, músico, con más de cinco mil composiciones en su haber. Este equipo comenzó a cuajarse hacia mitad de la década de los treinta, pero fue después de la Guerra Civil, concretamente en 1940, cuando se consagraron, y en esto tuvo mucho que ver Conchita Piquer, pues a partir de esa fecha, y a raíz de esta colaboración, se convirtió, a su vez, en la indiscutible reina del género. Recién comenzado el año, el 2 de enero, presentaron en el “Teatro Calderón”, de Madrid, el espectáculo “Las calles de Cádiz”, fue un bombazo, un éxito apoteósico. En el repertorio de dicho espectáculo había un puñado de excelentes canciones, la sola mención de sus nombres les traerán sus melodías a la memoria: La Parrala, A la lima y al limón, No te mires en el río, Ojos verdes, Coplas del burrero, Doña Sol, Triniá o Antonio Vargas Heredia… por nombrar algunas de las que recuerdo a bote pronto.

El encuentro entre el trío de compositores y Concha Piquer fue definitivo para ambas partes; los unos encontraron a un
a gran cantante que, sumaba a las cualidades de su voz, grandes dotes de interpretación, lo que se ajustaba como anillo al dedo a lo que pretendían conseguir con sus canciones, pequeñas obras de teatro en tres actos; la otra consiguió centrar y enfocar definitivamente su carrera, abandonando toda influencia americana en sus espectáculos y el tono afrancesado que amarilleaba alguna de sus interpretaciones y evolucionó hacia una forma de concebir y de hacer más española. Durante los años treinta, después de su regreso de Estados Unidos, en donde durante más de cinco años recorrió el país y aprendió la profesión, había sido una de las preferidas del público, pero a partir de su encuentro con Quintero, León y Quiroga, habría de ser, hasta su imprevista retirada en 1958, la auténtica número uno, la indiscutible reina de la copla.

Sobre todo fue importante, fundamental, su relación con Rafael de León, tanto en lo artístico como en lo personal. En el terreno profesional fue una simbiosis perfecta pues; si Conchita descubrió la fuerza y el dramatismo de las letras de Rafael, algo que andaba buscando desde hacía tiempo y que le abrió las puertas de su consagración; Rafael encontró, en la voz y la capacidad interpretativa de Conchita, lo que necesitaba para que las historias de sus letras cobraran vida. En lo personal fueron amigos entrañables, llegaron a ser… como dos hermanas. Es curiosa la forma en que se conocieron, según nos lo cuenta la propia Conchita:
“Fue el 13 de julio de no recuerdo muy bien que año, pero si recuerdo que era en plena Guerra Civil. Estaba actuando en el “Teatro Exposición”, de Sevilla. En aquel momento estaba en el camerino maquillándome, cuando llamaron a la puerta.
- ¿Se puede?
- Adelante.
Al abrirse la puerta aparece mi buen Rafael vestido de soldado.
- ¿Qué desea?
- Usted es Concha Piquer, ¿verdad?
- Sí. Y usted un maricón, ¿verdad?
-Verdad. Pero ¿en qué lo ha notado?

- En la gorra…
Ambos nos echamos a reír.”


Cuando en 1953 se presentó en público el pasodoble que nos ocupa, “Con divisa verde y oro”, su interprete ya no era ni Concha, ni Conchita, el pueblo había familiarizado su nombre y era, simplemente, "La Piquer". Entre sus amistades personales estaba Pilarín Coquilla, la protagonista de esta historia. Eran de la misma edad, La Piquer había nacido en 1908, y Pilarín un año antes. Cuando la "ganadera salmantina" estaba en la flor de la edad, y los Coquillas en la cresta de la ola -de 1920 hasta 1936-, nuestra intérprete estaba forjando el estilo que la llevaría a ser la indiscutible número uno de la copla. Y cuando ya hacía mucho tiempo que los Coquillas no pertenecían a la familia de Pilarín, cuando el paso del tiempo ya estaba borrando los recuerdos, “vino en un rayo de luna” esta canción, esta historia a ritmo de pasodoble, compuesta por Quintero, León y Quiroga y de la cual hizo una creación magistral "La Piquer". Quizás, en alguna ocasión, fuese testigo de alguno de los sucesos que se cuentan, o quizás de alguna confidencia de amiga o, simplemente, oyente de lo que contaban “las lenguas de doble filo”… ¿A quién se le ocurriría la idea de esta historia?... ¡Vaya usted a saber! Lo cierto es que, entre unos y otros, nos dejaron este pedazo de copla que no es otra cosa que una triste historia de amor.


CON DIVISA VERDE Y ORO

(Quintero - León - Quiroga)

Vino en un rayo de luna,
de luna del mes de enero;
era un chiquillo de Osuna
que quería ser torero.

“Ganadera salmantina,
yo la nombro por madrina,
que er dinero y er carté,
si argún día los consigo,
pongo ar sielo por testigo
que me caso con usté.”

Un ¡ole! en la tienta
por su valentía
y un duende en mis venas
que así me decía:

Ganadera con divisa verde y oro,
ten cuidado,
que el amor no te sorprenda como un toro
desmandado.
Por tu hacienda y tu apellido
se te guarda devoción
y un clavel en tu vestido
llamaría la atención.
En tus ojos se adivina
la locura de un "te adoro",
y has de ser como una encina,
ganadera salmantina
con divisa verde y oro.

Ya es un torero de fama,
dinero y categoría;
ya es su pasión una llama
que me ronda noche y día.

Por tres veces me ha pedido
que le tome por marido,
por tres veces dije ¡no!
Y la causa está en Osuna,
morenita de aceituna
que por mí se le olvidó.

Y son en mis noches
de penas mortales,
cuchillos las coplas
de mis mayorales:

Ganadera con divisa verde y oro,
dueña mía,
cuánto diera por salvarte de ese toro
de agonía.
Con tu hacienda y tu apellido
ya te sobra en qué pensar
y hasta el luto del vestido
te lo debes de quitar.
Porque así no se adivina
que enterraste un "te adoro"
bajo el tronco de una encina,
ganadera salmantina
con divisa verde y oro.



Nota: El vídeo-montaje que presentamos, y que no deja de ser una escusa para poder escuchar la interpretación del pasodoble, con el acompañamiento de la Orquesta del Maestro Quiroga, esta ilustrado con fotografías de Conchita Piquer entresacadas de libros, revistas o discos. Las que corresponden a Pilarín Coquilla, me las suministró Tony, de "El Chofre". Las de relleno son de cosecha propia.

martes, 27 de mayo de 2008

¡¡¡Vaya tostón!!!

Cuando llegué a la plaza, una vez más con el tiempo justo, la primera noticia no es nada halagüeña.

- “Han cambiado la novillada de Martín Peñato”, me dice David.
- ¿Por…?
- “Eran muy chicos, impresentables…”, me contesta.
- ¿Y…?
- “Nos han traído una ‘juanpedrada’ de Pio Tabernero de Vilvis”, me informa algo mosqueado.
- ¡Vaya por Dios!

Al llegar a nuestro sitio habitual ya está allí Dani con la familia al completo. En el ruedo no se como discurrirán las cosas, siempre queda el factor sorpresa, pero, al menos, en la Andanada vamos a tener movimiento.

En la novillada debutaba con picadores un torero de la tierra, de dinastía, Alejandro Lalana. A su padre lo pude ver en los primeros años setenta, cuando era novillero, apuntaba pero no llegó, luego pasó a ejercer como subalterno y, durante muchos años, lo vi trabajar en La Misericordia. A su abuelo también lo conocí cuando era el presidente del “Club Taurino de Jubilados de Las Fuentes”, ejerció de anfitrión en un par de coloquios organizados en el Club a los que fuimos invitados La Cabaña Brava, era un buen aficionado.

El primer novillo, zancudo, alto, feo y… (¡Ha rematado en el burladero y le han faltado dos dedos para tocar la madera!”, oigo que dice alguien de los que me rodean)… afeitado. Va al caballo y derriba, toma dos varas empujando, incluso se viene un poquito arriba en banderillas… pero, como una gaseosa cuando se le quita el tapón, pierde el gas en un suspiro y se para.

El segundo esta más en el tipo, incluso mete la cara con cierta claridad, pero… es tan soso, embiste tan complacientemente, con tal docilidad… que aburre. Es el toro apropiado para inventarse la faena, como dicen algunos de los figuras del escalafón, el “toro artista”, apostillan algunos ganaderos de postín, el que colabora, el que no molesta, el que se deja hacer, el que permite que los “artistas del toreo” desarrollen su personalidad artística con el mínimo riesgo. ¡Qué aberración!... el toreo moderno.

El tercero era destartalado, largo, feo, colorado… como si fuera de otra familia, como si una vaca despendolada, en una noche de juerga y desenfreno bovino, se hubiera equivocado de cercado y, aprovechando la ocasión, el semental de turno… A la postre, resultó el más entretenido de la tarde, el debutante Lalana demostró que está verde, como es lógico en un debutante, pero dejó pinceladas sueltas interesantes, aunque no llegó a cuajar ninguna tanda porque tiene que corregir defectos de colocación, lógico en un debutante, pero si tiene oportunidades, cosa difícil, y las aprovecha, puede llegar a ser un buen torero.

El cuarto se derrumbó estrepitosamente y fue cambiado por un novillo, bien presentado, de “El Cortijillo”. Creo complicaciones en la lidia, manseo y, ante la incapacidad de Pedro Carrero para sacarle partido, se murió.

El quinto, como todos los novillos titulares, salvo el tercero, fue noble, obediente, soso e incapaz de tirar una cornada, de eso puede dar fe el vestido de torear de “Josete”, el tercer novillero en discordia, que se pegó un arrimón a la mole inmóvil que era este novillo, y en el que, por lo menos nueve o diez veces, se le quedó parado a la altura de la taleguilla, quieto como una estatua, incluso le embestía el torero, con empujones y golpes en el lomo... ni por esas, en ningún momento se le vio intención de tirar una cornadita.

En el sexto más de lo mismo, aunque este novillo mostró una mayor predisposición a embestir. Lalana se lució en un par de verónicas y una media belmontina al recibirlo. En el caballo le dieron de lo lindo y mal. Llegó a la muleta con algo de recorrido, pero el debutante no le encontró la distancia, se colocó fuera de cacho y dudo más de la cuenta, algún pase suelto, pero ninguna serie rematada. Lo mejor de su actuación, y no es poco para un debutante, la estocada con la que cerró el festejo.

Una cosa a destacar, las cuadrillas bien, tanto los banderilleros, de los que tres saludaron desde el tercio, (no recuerdo sus nombres, pero de esto y de alguna otra cosa más pueden enterarse leyendo la crónica que David, bajo el titular “Otra de tantas”, ha publicado en la web de “La Cabaña Brava) como los picadores estuvieron correctos, aunque siempre surge la excepción, como el tercio de varas del sexto, a cargo de Rafael Sauco, barrenando, haciendo la carioca y masacrando al novillo arrinconado contra las tablas. Lo que me llama poderosamente la atención es la diferencia entre la desastrosa lidia que tuvimos que soportar el pasado domingo, con novillos de procedencia “núñez”, y la más que correcta que hemos visto hoy, con novillos de origen “juanpedro”. Aunque quizás ahí este la explicación y la diferencia sea precisamente esa, la procedencia del ganado; a unos, los “juanpedros” los lidiadores, les tienen tomado el pulso, principalmente porque están seleccionados para ser obedientes y solícitos; a los otros, los “núñez”, que en estos tiempos han perdido el favor de los profesionales, no saben como meterles mano y con su presencia todo se desordena. ¡Ah!... y otra diferencia no menos importante, los del domingo pasado no estaban afeitados.

En resumidas cuentas, ¡¡¡un tostón!!! Aunque en la Andanada tuvimos movimiento y colorido. Prueba de ello es la fotografía que acompaña esta entrada, pues cuando el aburrimiento empezaba a hacer mella en todos nosotros, Gregorio ya había merendado, y los niños de Dani ya no sabían donde meterse, Julián abrió su maleta sin fondo, extrajo el hinchador junto con unos cuantos globos y nos llenó el entorno de formas de colores de diferentes objetos, una flor, un collar, una espada, un gorro… a los niños se abrieron los ojos como platos y se desentendieron del aburrimiento, a los mayores nos alivió el final de una plúmbea tarde.

Llegamos a lugar de la tradicional tertulia posterior al festejo y, ¡mala cosa!… todos estábamos de acuerdo. Como siempre, cuando todos estamos de acuerdo a la salida de un festejo... ¡Mala cosa!

lunes, 26 de mayo de 2008

Corrochanito Blog

Un nuevo Blog se suma al ciberespacio taurino, Corrochanito Blog es, desde hace unos días, el espacio de opinión de Rafa, socio de La Cabaña Brava desde los primeros tiempos y uno de los pioneros en el uso de Internet como medio de expresión de los aficionados. Fue él quien puso en marcha la primera Web de la Asociación y quién la mantuvo en funcionamiento hasta el cambio que, aconsejados por las posibilidades de los nuevos avances técnicos, se realizaron a lo largo del pasado año.

La constante innovación en la forma y los medios de transmisión de la información por la Red facilita la forma de gestionar la Web y hacerla más participativa, a la vez que libera de un trabajo pesado y engorroso a la persona, o personas, encargada de hacerlo efectivo, ese trabajo recae ahora en el propio autor que, con los nuevos medios disponibles, lo realizara con una simple gestión. No cabe duda que es un adelanto que nos posibilita la técnica informática y que hay que saber aprovechar. Aunque esta decisión no esta libre de contradicciones y genere un debate que es necesario plantearse. Y es preciso hacerlo porque la mejor forma de afrontar el futuro es estar alerta, en el presente, antes los cambios que se van produciendo diariamente en este vehículo de expresión que cada día tiene más importancia como medio de comunicación.

Si hace unos años mantener una Web requería dedicación y conocimientos, hoy en día se ha facilitado el trabajo tanto que, tener una página de opinión en Internet, se hace en tres pasos y unos pocos minutos para diseñarla. Esto ha hecho proliferar los Blog en donde el autor es el responsable de su mantenimiento. Pero esta proliferación de espacios particulares ha debilitado, según la opinión de algunos aficionados, los espacios comunes que mantenían aficionados agrupados en Asociaciones. Puede que así sea si lo analizamos, con añoranza, como lo que ha sido antes y lo que es ahora, pero si lo miramos con perspectiva de futuro, si partimos de la realidad que tenemos delante de los ojos, el problema quizás no sea la proliferación de Blog sino la forma de articular e integrar los espacios propios de opinión en los espacios comunes.

Las Web’s que representan a agrupaciones de aficionados, según mi opinión, tienen que dedicarse, en primer lugar, a recoger información, deben ser un vehículo de información alternativa, que puedan hacer de contrapeso a la información oficialista que, desde hace mucho tiempo, se dedica a servir intereses muy particulares. Y no sólo deben dedicarse a criticar lo criticable, y hay mucho para criticar. Es tan importante, o incluso más, resaltar lo positivo, las pequeñas muestras que todavía quedan donde se pretende una Fiesta auténtica y que, sistemáticamente y por interés, vienen ocultando los medios oficiales, porque el mayor enemigo de la “fiesta” que pretender imponer es la Fiesta íntegra, su modelo de “fiesta” no resiste la comparación con la Fiesta auténtica y por eso la menosprecian, la tapan, la ignoran… Y por eso mismo debemos poner más empeño en su divulgación, utilizar nuestros medios para publicitar y apoyar estas programaciones que, contra viento y marea, van en la línea de nuestras reivindicaciones. El segundo cometido que, en mi opinión, debería centrar el trabajo de estos medios colectivos, es buscar la forma de integrar los Blog particulares en sus páginas Web’s. Las innovaciones técnicas actuales lo permiten y en la portada de la Web se tiene acceso, tanto a las informaciones, noticias, y opiniones de los que publican en ese medio, como de los que lo hacen en sus Blog’s particulares. Se trata, en definitiva, de adecuarse a los cambios y utilizarlos en nuestro beneficio, no creo que seamos más débiles porque la opinión se disperse, lo importante es que haya opinión, aunque sean dispersa, lo que hay que hacer es buscar la forma de integrar esas opiniones dispersas, agruparlas, mostrarlas… y actualmente hay medios a nuestro alcance para hacerlo.

Pero no se porque me he metido en este lío… Esto tan sólo trataba de ser un saludo de bienvenida a la blogosfera taurina a Corrochanito Blog, compañero de La Cabaña Brava, que ya era hora de que se explayara un poco más, y si no, a los datos me remito, visiten su Blog y verán que exuberancia. A partir de ahora compartiremos lugar, junto a nuestro presidente de honor, don Ángel Cabrera, que hace pocas semanas también creo su propio espacio para dar rienda suelta a sus ebulliciones toreras, El Blog de Ángel Cabrera, en la portada de la Web de La Cabaña Brava.

viernes, 23 de mayo de 2008

El Aficionado nº 27 (Fanzine Taurino)

“El Aficionado” es una publicación modesta en cuanto a su tirada, en estos momentos salen de imprenta 1200 ejemplares, unos 300 de ellos se distribuyen por correo ordinario entre aficionados de todo el mundo, el resto se reparten entre aficionados de Zaragoza o de cualquier otra plaza que, en nuestra peregrinación por la geografía taurina en busca del toro, podamos encontrar. Si ha esto sumamos los que se descargan por la Web, desde la página de La Cabaña Brava, podemos calcular que son alrededor de 2000 los aficionados que tienen acceso a nuestro fanzine. Poca cosa, sin duda, si nos guiamos por los números en bruto, pero no tan poca si pensamos que, con estos dos millares de ejemplares distribuidos, hemos conseguido amplificar la voz de un reducido grupo de aficionados de Zaragoza, agrupados en torno a Asociación Cultural La Cabaña Brava, mucho más allá de lo que nuestra presencia física nos permitía.

Porque no era otro el objetivo, “El Aficionado” nació con la idea de recoger la opinión libre del aficionado -tan ignorada a lo largo de la historia de la tauromaquia, y mucho más en la actualidad- en todo lo relacionado con la defensa, difusión y promoción de la Fiesta de los Toros y, todo ello, partiendo de la premisa de que para defender, difundir y promocionar esta incomparable Fiesta es preciso que se desarrolle, porque hay está su verdadera fuerza, en su total integridad y autenticidad. Aquí es donde esta el nudo del debate, el eterno centro de la discordia, entre los profesionales y los aficionados, y en ese debate debe de estar presente, no puede faltar la opinión de los aficionados, aunque sea a través de un medio tan modesto como nuestro Fanzine.


Sabemos que esta disputa, utilizando una referencia bíblica, es como la de “David contra Goliat”, porque nuestros medios son escasos y nuestra influencia mínima; “ellos”, los profesionales, tienen casi todos los resortes en sus manos, controlan el negocio y disponen de unos medios de comunicación -salvo contadísimas, y cada vez menos, excepciones- que los defienden a ultranza y justifican cualquier actuación o práctica, aunque atente, incluso, contra la propia supervivencia de la Fiesta; “nosotros”, los aficionados, solo tenemos nuestra voz en la plaza, y muchas veces, sobre todo en los periodos feriales, acallada por el griterío de los espectadores que, guiados por la fiesta, la propaganda o la moda, acuden a la plaza de toros a pasar una tarde festiva y divertida y, sobre todo, a pedir orejas. Pero a pesar de nuestra pequeñez y de la escasez de nuestros medios, basamos la esperanza de nuestra lucha en la constatación de que cuando la Fiesta se manifiesta en su total integridad, hasta el "público de feria" se conmueve y se emociona. Ese es nuestro mejor argumento porque es, ni más ni menos, el argumento base de la Fiesta.


Por eso, desde el principio de nuestra existencia como Asociación, nos plantemos la creación de una publicación que recogiera nuestras ideas y les diera salida más allá de nuestro círculo y que, a la vez, sirviera como aglutinador de aficionados. Ambas ideas, la necesidad de unión de los aficionados que pensamos que “otra Fiesta es posible”, y la necesidad de tener un cauce de expresión, por modesto que sea, en el que podamos opinar libremente, nacieron a la vez, se complementan, no se conciben una sin la otra. Cuanto más seamos, más se oirá nuestra voz y más lejos llegará nuestra opinión, y esta no se debe limitar tan solo a la cuestión central, fiesta “auténtica” o “descafeinada”, que es el nudo gordiano del debate. También debemos ocuparnos, y dejar clara nuestra opinión, sobre asuntos cotidianos y locales de la Fiesta, destacando las iniciativas que van en la línea de nuestras ideas y denunciando las prácticas que atentan contra ellas. Y tampoco debemos olvidarnos del rico sustrato, que lo impregna todo, que ha dejado la Fiesta de los Toros en nuestra historia y en nuestra cultura popular.


Pero no es momento ahora, ni de entrar en ese debate de fondo, ni de plantear la línea editorial o los contenidos de nuestro Fanzine, eso nos llevaría demasiado espacio y desviaría el origen primero de esta entrada que no es otro que, aunque tarde, presentar el nº 27 del Fanzine Taurino “El Aficionado”, órgano de expresión de la Asociación Cultural "La Cabaña Brava, de Zaragoza, que vio la luz el pasado 23 de abril. Si lo quieren conseguir y que les quede “chachi piruli”, solo tienen que bajárselo, imprimirlo (primero páginas impares y luego páginas pares), ponerle un par de grapas para que no se le desbarate y leerlo tranquilamente. Si le gusta, y quiere colaborar en su difusión y distribución, no dude en imprimir más copias y repartirlas entre su círculo de aficionados. Entre todos podemos conseguir que llegue mucho más lejos de su recorrido inicial y, no debemos olvidarlo, si queremos, podemos.

martes, 20 de mayo de 2008

Desde mi Andanada


Llegué a la plaza casi con la hora de comienzo del festejo. Aún pude tomarme un café en compañía de un par de camaradas que, estirando el tiempo, apuraban los últimos tragos de su consumición en el bar habitual. Enfilamos las escaleras de la Andanada y, casi en el momento de iniciar el pasillo, llegábamos a nuestro sitio.


Tengo que decir, antes de continuar con este primer artículo de esta nueva sección, que suelo acudir a todas las funciones de toros de buen humor, cargado de optimismo y expectante ante la sorpresa que en cualquier momento se pueden presentar en el ruedo, luego, dependiendo de como se vayan desarrollando l
os acontecimientos, el optimismo se va desinflando y la expectación decayendo y, aunque por desgracia, en los últimos tiempos esto ocurre con demasiada frecuencia, suelo mantener el buen humor incluso en los momentos más desesperantes y, aunque sea desde el desánimo, intento extraer algún detalle de torería que, aunque mínimo, pueda incorporar a mi álbum de recuerdos taurinos.

De esos detalles, de esos chispazos fugaces, de esos momentos puntuales que se producen a lo largo de una corrida, pretendo escribir en esta sección. Será destacado lo que, según mi opinión, lo merezca y denunciado lo que, siguiendo el mismo criterio, sea denunciable. “Desde mi Andanada”, lugar en donde comparto el sitio con mis camaradas, quiero ofrecer algunas pinceladas sobre los festejos a los que pueda asistir y la manera en que los vivimos, los comentarios que se generan, las bromas que van y vienen, como dardos hirientes, entre el puñado de aficionados que nos agrupamos en la Andanada de La Misericordia zaragozana.


Al llegar a mi localidad, cuando se estaba forman
do el paseíllo para comenzar el festejo, me enteré que la terna era, según me dijeron, “de novilleros punteros”, vamos, un lujo de novillada. Pepe Moral, Rubén Pinar y José Manuel Más, ante novillos de los Hnos. Lozano.

Nada que objetar a la presentación del ganado, con edad, peso y pitones astifinos, pero… -¿por qué casi siempre hay un pero?- mansos...
- “Un catálogo de mansedumbre”,
apostilló David al finalizar la novillada.

Aun con todo, porque los toros mansos también tiene su lidia, hubo ocasión para el lucimiento y, de hecho, Rubén Pinar, aspirante a figura (“es un clon de El Juli”, había sentenciado Juan al comienzo del festejo),
fiel representante del "toreo moderno" -pico y pala, de abajo a arriba, de dentro a afuera-, con la lección bien aprendida y el lote más asequible de la tarde, consiguió calentar al respetable y cortar una oreja de cada uno de sus novillos. A destacar que mató como un cañón, haciendo bien la suerte, sobre todo a su segundo, el quinto, sin duda, lo mejor de su labor y de la tarde.

Cuando salía el cuarto novillo, un "tío", llegó la primera mala noticia de la tarde...
- “¡Gol del Mallorca!”,
nos comunicó Dani, que escuchaba el partido por la radio.
- “Al año que viene, con el equipo en segunda, veinte novilladas”
, decía, entre risas, David…

Pepe Moral que, más que de torero, tiene pinta de jugador de baloncesto, no pudo con el "tío" que le tocó en suerte. Con su primero, el más flojo del encierro, se empeño en llevarlo a los medios cuando el novillo solo quería las tablas, no lo supo o no lo quiso entender y, entre el ir y el venir, se le pasó el rato.


En la lidia del sexto novillo, al remate de un lance garboso, un murmullo de esperanza, como un olé, surgió del respetable…
- “¡¡¡Gol de Oliveira!!!”
, nos comunicó inmediatamente Dani... "empate, de momento estamos salvados porque pierde el Recre".

El novillo se empleó en varas, tres puyazos empujando, le dieron de lo lindo. En banderillas, como la mayoría de sus hermanos, se vino arriba y creo algún problema. Acusó el castigo en la muleta y se agotó pronto, pero al comienzo de la faena tuvo su momento y Más no supo aprovecharlo, el novillo pedía "más" mando y ligazón, dejarle la muleta puesta y tirar "más" de él, y Más se dedico a perder el tiempo componiendo la figura que descomponía después de cada pase, el novillo pedía "más" y Más le dió "menos"... Cuando la tarde languidecía y el toro hacía rato que pedía la muerte… vino la puntilla para el Zaragoza…
- “¡Gol del Mallorca!
otro fallo de la defensa", nos comunicó desconsolado Dani.


Los novillos tomaron 16 varas, casi todas traseras. No se cayó ninguno, tan sólo uno blandeó. La lidia, en general, fatal...
- “¡Son las manos!… Son ellos los que estropean a los novillos… ¡Son las manos!”,
exclamaba acalorado Juan viendo los capotazos sin sentido de novilleros y subalternos.

Y es que, en cuanto sale un toro diferente del patrón, pierden los papeles y ya no saben lo que hacer. Los novillos del domingo tenían tela que cortar, eran mansos y encastados, con los problemas que eso conlleva, sobre todo si no se hacen bien las cosas, por eso mismo, y por la seriedad de sus cornamentas, imponían respeto a los toreros y miedo al respetable. Es lo menos que podemos pedir los aficionados.


Cuando bajábamos las escaleras camino de la calle, la radio nos trajo una última mala noticia…
- “Gol del Mallorca, tres a uno”
...

Definitivamente hundidos en segunda… Aunque, quizá no haya mal que por bien no venga y, como de ilusión también se vive, por pedir que no quede… “Al año que viene, veinte novilladas”.

viernes, 16 de mayo de 2008

En memoria de "Joselito"

Hace un año, cumpliéndose el 87 centenario de su muerte, recordaba a Joselito mediante la presentación de una canción de Juanito Valderrama, “Pena de Juan y José” -una de mis favoritas, si no la que más, de las de temática taurina-, que trataba de la competencia entre Joselito y Belmonte. Era un tema prácticamente desconocido, perdido para el repertorio musical de la fiesta, ni aparecía en recopilaciones o antologías, ni en versiones de otros artistas, ni se encuentran referencia a él en biografías o entrevistas, ni en libros o artículos literarios. En una entrada posterior de este Blog, titulada "Vídeo de Pena de Juan y José", informaba de la incorporación de un vídeo-montaje fotográfico de ambos toreros, con el soporte musical de la copla interpretada por su creador, Juanito Valderrama y explicaba como cayó en mis manos esta grabación.

Hace unas semanas, no se como ni porque razón, aparecí en los dominios de esta vieja entrada, había un comentario que me llamó poderosamente la atención, por el comentario en si y por la fecha en que fue hecho. Estaba enviado por “Cristóbal Villalobos” y fechado en el mes de noviembre, seis meses después de su publicación, decía lo siguiente: “Se me ponen los pelos de punta con el vídeo. Gracias a usted he investigado un poco por Internet y he encontrado, en una noticia, un pasodoble dedicado a la muerte de Joselito, escrito por Muñoz Seca”. A continuación venía la letra del pasodoble y finalizaba su comentario de la siguiente forma: “PDT: Por lo visto ha permanecido perdido inédito y sin publicar hasta este año que lo han encontrado en un archivo”.


Por mi parte nada he investigado que pueda enriquecer la historia de la letra de este pasodoble, tampoco sé si existe una música que lo acompañe. Si alguno de los lectores de esta entrada sabe algo más relacionado con este asunto, puesto que estamos en un medio que lo permite, puede comentárnoslo. Pero, en un día como este -dedicado a la memoria de José Gómez Ortega “Joselito”, muerto hace 88 años en la plaza de Talavera de la Reina-, antes que rebuscar en su biografía o anecdotario algo que la mayoría de los aficionados ya sabrán, creo más interesante dar luz al comentario que me trajo la letra de este pasodoble compuesto en su honor y colaborar, de esta forma, en el engrandecimiento de su memoria.


Pasodoble a Joselito
(Muñoz Seca)

¡Talavera! ¡Talavera!
qué triste suerte.
En tu plaza bullanguera
de una cornada certera
halló Gallito la muerte.

Gallito el mejor torero,
el más artista
¡el primero!
el que un día nefando
llegó a tu plaza cantando
las coplas del Espartero.

¡Talavera! ¡Talavera!
Noble ciudad castellana
en tu escudo y tu bandera
pon una capa torera
con un traje de oro y grana.

Los colores que él lucía
cual una hispana aureola
¡Oro y grana!
¡Parecía
que aquella tarde vestía
con la bandera española!

Y tú viste, Talavera, tú viste
como un mal toro rasgaba
aquella bandera que yo recordando
llora como llora España entera.

¡Ah! Pobrecito Joselito
¡Pobrecito! el gran torero,
el artista favorito.
¡Cómo murió el pobrecito
lo mismo que el Espartero!

Nota: Como decía al comienzo de este artículo, y para quién este interesado en llegar hasta el fondo, el origen de esta colaboración es la entrada que publiqué, en memoria de “Joselito”, tal día como hoy de hace un año, bajo el titular “Pena de Juan y José”. Mediante este enlace se puede acceder a la letra de la canción y a un vídeo-montaje fotográfico de ambos toreros cuya banda sonora es la interpretación de la copla por parte de su creador, Juanito Valderrama.