Tome ejemplo el señor La Barrera de su colega barcelonés, de quien sabemos
que ha dicho que para él son sagrados los intereses, pero, preferentemente, los
del público, y que allí se cumplirá el Reglamento pese a quien pese.
No creemos que el señor La Barrera necesite inyecciones
de energía, nuestras ni de nadie, y hasta aseguramos que sus propósitos son los
mejores. Pero como en la hora de castigar las recomendaciones, el favoritismo y
el ‘tío, páseme usted el río’, se imponen -hasta ahora ha ocurrido así-,
creemos necesario este toque de atención.
Porque seria muy sensible ver arder la Plaza de Madrid, pero de sus
llamas saldría purificado el Reglamento, si antes no vela por él quien de
hacerlo tiene rigurosa obligación."
Nota: Escrito dedicado -según el encabezamiento del mismo- "para el señor La Barrera" -que por lo dicho debía tener bastante que ver con la elaboración y aplicación del reglamento taurino en Madrid- aparecido en el número 84 del semanario taurino “The Times”, que dirigía D. Justo, el 30 de marzo de 1919. ¡¡¡Igualico que ahora!!!
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