- Hola don José.
- Más de una semana me ha costado recuperarme de la inhumana insolación a la que me sometió usted en la Feria del Aficionado que se celebró en la plaza de San Agustin de Guadalix.
- No, si también tendré yo la culpa de la ola de calor despiadada que hemos sufrido, don José, y hasta de seleccionar el toro que mató a Manolete. Yo no lo sometí a nada, fue usted quien quiso venir para ser testigo de primera mano del fracaso que esperaba que se produjera y refrotármelo posteriormente por la cara.
- En ningún momento pretendía eso, don Pepe. Tenía curiosidad por como podía transcurrir el experimento y tenía recelo porque el nivel artístico de los toreros acartelados en los festejos no era para hacerse muchas ilusiones porque, como bien se sabe, sin figuras que aporten arte, pinturería y toreria el aburrimiento suele rondar por los tendidos.
- ¿Aburrimiento dice usted? Pero si lo ví disfrutar como un enano, don José. Si se emocionaba cuando los toros acudian al galope al caballo desde lejos. Y más en aquel último que le tocó en suerte a ese picador francés de cuyo nombre no consigo acordarme. Que arte, madre mia. Como encelaba al toro moviendo el caballo, llamándolo con la vara en alto, y como lo recibió con un puyazo en su sitio, aguantando la embestida, sin barrenar ni rectificar, sin taparle la salida... Una gozada. Y como el publico, levantandose de los asientos como si un resorte los hubiera impulsado hacia arriba, se rompía las manos aplaudiendo. Así mismo reacciono usted, emocionado y diciéndome que ni se acordaba de cuando había visto una cosa semejante... Si eso es aburrirse que venga dios y lo vea.
- Gavín Laurent Rehabi se llamaba ese picador francés de cuyo nombre no consigue acorarse, don Pepe, pero no saquemos las cosas de quicio por un lance casual que fue destacable, no lo niego, pero que tampoco debemos catalogarlo, como lo hace usted, de tan excelsa manera. Estuvo acertado el piquero pero, al margen de ese momento, poco más podemos destacar del festejo.
- ¿Cómo que poco más podemos destacar del festejo, don José? ¿Pues no salieron 3 toros, los de Peñajara, de categoría? Con trapío, acudiendo al caballo con presteza, empujando con fijeza y fuerza, derrocharon casta y hasta bravura, como aquel que hizo cuarto y que murió atacando en el centro del ruedo y con la boca cerrada.Si eso le parece poco...
- Pero los toreros, que como antes le decía, no iban sobrados de arte, andaron aperreados con ellos y no pudieron realizar el toreo artístico que encandila al público.
- A esos toros encastados, don José, hay que aplicarles el arte de la lidia, como me decía mi abuelo -que era seguidor del Bomba- cuando era un niño y me metió el veneno de la afición en el cuerpo. Plantarles cara, si tienes lo que hay que tener, y dominarlos. Y eso es lo que hizo en el segundo de la tarde Damián Castaño que después de cuatro pases llevando al toro encelado y queriendo comerse la muleta y lo que había detrás, tenía que sacárselo de encima, para que le diera un respiro, con el obligado de pecho, que así se llamaba entonces ese pase que ahora se ha convertido en una pose.
- Pero es que con esos toros, don Pepe, es dificil realizar esas faenas artísticas que gustan al espectador, para ello se requiere un toro que se preste, que colabore y de facilidades para componer la figura con majeza y pinturería y...
- ...Y un jamón... Eso no es torear, don José. Eso es dar pases, de uno en uno, con el minímo riesgo con esos 'toritos de pitimini' que exigen las 'figuritas de mazapan', como llamaba a ambos nuestro buen amigo don Ángel Cabrera, que dios lo tenga en su gloria. En ese espectáculo no hay ni emoción, ni torería ni nada de nada, y por eso, los aficionados tenemos que buscar el toro íntegro y la emoción que conlleva su lidia donde nos la sirvan.
- Ya estamos con el mismo cuento de siempre, don Pepe, que si los aficonados, que si los espectadores, que si el toro íntegro, que si el torito arreglado de los figuras... Es que ya aburren sus monsergas de aficionado cabal, actualicese que ya no vive en los tiempos de su abuelo y mire la fiesta que demanda el público en la actualidad. La suerte de picar, que tanta importancia le da usted y los que piensan como usted, es una suerte que más pronto que tarde quedará en desuso y para el recuerdo porque no va con los tiempos actuales.
- No diga tontadas, don José. La suerte de varas es el eje de la lidia, donde se mide al toro, se comprueba su casta, su bravura, sus condiciones para realizar el toreo, pero hay que hacerla bien, por derecho, y no convertirla en la pantomima que es actualmente, cuando el toro ya sale picado de los chiqueros, o en la sangría que es cuando el toro parerce boyante, dejándolo estrellarse contra el peto y barrenando con la puya sin compasión. Además, para los ganaderos con afición, no hay mejor tentadero que una lidia completa, cuidada y bien hecha en una plaza de toros.
- Pues a no mucho tardar, don Pepe, ya veremos quien razón. Mire si no que toreros llevan público a las plazas y compárelo con el puñado de aficionados que acuden a las corridas que ha usted le gustan.
- Por desgracia en eso tiene usted razón, don José, el público, que es el que paga y quién paga manda, prefiere esa tauromaquia superficial de las figuras que condena al ostracismo a la fiesta íntegra que emociona y arrebata, como nos pasó a nosotros, no me lo negará, hace unos días en la Feria del Aficionado de San Agustín de Guadalix.
- A propósito, ya que lo trae usted a colación, y en ésto seguro que vamos a estar de acuerdo. Hay que felicitar a esos aficionados agrupados en el "Club Taurino 3 Puyazos" por la organización y la dilegencia con que afrontaron éste reto.
- Por supuesto, y sin que sirva de precedente, estoy totalmante de acuerdo con usted, don José. Este grupo de aficionados además de la ilusión por organizar esta Feria, cuidando los detalles al máximo, informando con metitulosidad en los cartelones antes de cada toro, recuperando la Venta del Batán para ver los toros antes de la corrida y aportando muchas horas, mucho trabajo y, no se olvide usted, mucho dinero a fondo perdido.
- Óle por ellos, don Pepe.
- Óle por ellos, don José.
NOTA: La foto que ilustra ésta conversación entre don Pepe y don José refleja el primer puyazo al toro "Peloverde", de la ganadería de "Peñajara", lidiado en sexto lugar, a cargo de varilargero francés Gavín Laurent Rehavi, en la Feria del Aficionado organizada por el "Club Taurino 3 Puyazos" en San Agustín de Guadalix el 11 de Junio de 2022. És del fotógrafo taurino Andrew Moore y si está en blanco y negro es por la cabezonería de don Pepe porque dice que así tiene más sabor antiguo.